La Unión Africana suspendió temporalmente este jueves la membresía de Sudán después de la matanza de civiles del pasado lunes en Jartum, que según los últimos reportes provocó 108 muertes, y hasta que la junta militar gobernante traspase el poder a un gobierno civil.

El vicesecretario de Salud, Suleiman Abdul Jabbar, admite, en cambio, apenas 61 muertes, mientras que la agencia estatal SUNA calificó de “exageración” la cifra de 108 fallecidos, que parte del Comité Central de Médicos, un sindicato médico opositor a la junta militar, que gobierna desde la caída del dictador Omar al Bashir, en abril.

En un mensaje divulgado en la red social Twitter, el Consejo de Paz y Seguridad indicó que Sudán no podrá participar en “todas las actividades de la UA” mientras no se embarque en una transición capitaneada por civiles, que según la entidad es “la única forma” de salir de la crisis.

Por su parte, Naciones Unidas anunció la noche de miércoles que evacuará a parte de su personal no esencial del país africano, aunque la portavoz Eri Kaneko subrayó que “todas las operaciones de la ONU en Sudán continúan”.

Entre tanto, este jueves la violencia remitió en el país, y Jartum se libró de los disparos y las barricadas durante el día, mientras que la circulación de vehículos retornó poco a poco a la normalidad.

DIÁLOGO SUSPENDIDO. La plataforma opositora sudanesa Fuerzas de la Libertad y el Cambio mostró su rechazo a la vuelta a las negociaciones con la junta militar, según informó ayer una fuente opositora. La alianza considera que la invitación a volver al diálogo lanzada ayer por el líder de la junta, Abdelfatah Burhan “no es seria”.

El martes, Burhani anunció la convocatoria de elecciones en un máximo de nueve meses, pero la oposición también rechaza estos comicios porque los considera una maniobra para mantener el régimen que lideraba Al Bashir.