Opinión

La urgencia del diálogo interreligioso

La urgencia del diálogo interreligioso

La urgencia del diálogo interreligioso

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Este 25 de enero, la Iglesia clausurará, en la fecha de la Conversión de San Pablo, la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, evento internacional que, a pesar del confinamiento en todos los países por la pandemia, ha permitido a través de las redes sociales un acercamiento al diálogo y la fraternidad.

Este acontecimiento ha dado pauta a que se dedique una semana para rezar y favorecer el diálogo interreligioso, principalmente con las iglesias cristianas como la latina, la ortodoxa, la anglicana, la luterana, etc.

La conversión de San Pablo es una buena oportunidad para que se reflexione acerca de la unidad, y para limpiar las diferencias entre unas y otras que se han propiciado al paso de los siglos, en eventos como los concilios, las cruzadas, y otras circunstancias, como la declaratoria del rey de Inglaterra Enrique VIII quién al tener la negativa del Vaticano para divorciarse de Catalina de Aragón, se proclamó cabeza de la Iglesia de Inglaterra.

La historia registra gran número de guerras en las que el factor religioso está presente siendo las más notables las del islam contra el mundo cristiano, pero también están las recientes rivalidades entre Azerbayán y Armenia, y un poco más atrás, las que tuvieron lugar entre Irlanda del Nortes contra la del sur.

La historia de esta Semana de Oración tiene sus antecedentes en la iniciativa de Paul Wattson, un anglicano converso al catolicismo, quien en 1908 invitó a cristianos de distintas confesiones a dedicar desde el 18 de enero hasta la festividad de la conversión de San Pablo, el 25 de enero, para orar por la unidad de todos los cristianos.

En 1966, expertos en Biblia y en liturgia del Consejo Mundial de Iglesias y del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, prepararon un texto común para orar por esta unidad, y desde entonces, cada año se renueva y se prepara un texto diferente en el que participan distintas iglesias, además de que se editan materiales de apoyo para esta Jornada.

La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos constituye una ocasión privilegiada para el encuentro, el diálogo, la reflexión, la paz y es una oportunidad privilegiada para reconocer las riquezas y los valores que están presentes en el otro, quien es distinto, y para pedir a Dios el don de la unidad.

En la Arquidiócesis Primada de México en unión con representantes de distintas iglesias cristianas, han estado presentes en esta jornada que incluye eventos culturales y religiosos cuyas sedes, por lo general, son templos católicos, ortodoxos, greco melquita, de la Iglesia Evangélica, luterana y maronita, entre otras.

Este 2020, el lema escogido para esta Jornada de oración dice: “nos mostraron una humanidad poco común”, inspirado en un texto del libro de los Hechos (28,2), que narra la experiencia de San Pablo cuando una tempestad causó el naufragio de la embarcación en la que iba el Apóstol de los Gentiles, y lo llevó a la isla de Malta, de donde luego fue llevado a Roma donde estuvo en la cárcel, fue sentenciado por el emperador y finalmente fue martirizado.

La importancia de esta Jornada ecuménica que ha sido bien acogida y promovida en distintos pontificados salta a la vista, ya que, a pesar de las diferencias existentes entre las distintas iglesias, muchas veces por malos entendidos o cuestiones históricas, las mantiene unidas bajo el signo de la cruz y el ideal evangélico de que todas deben ser una sola bajo la guía de un solo pastor.

La experiencia ha demostrado que entre las distintas iglesias cristianas hay más cosas que las une que las separa.