Opinión

La “verdad histórica” de Alejandro Encinas

La “verdad histórica” de Alejandro Encinas

La “verdad histórica” de Alejandro Encinas

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Una misma tragedia, dos verdades históricas diferentes.

Están por cumplirse cinco años de la noche triste de Iguala. En este tiempo ha pasado mucha agua debajo del puente del quehacer político nacional. Está en el poder un grupo político diferente al que procesó en su momento la desaparición de los normalistas de la escuela Isidro Burgos.

De hecho, ocupa Palacio Nacional un contingente surgido del partido político, el PRD, al que pertenecían varios de los principales acusados, como el exalcalde José Luis Abarca y su esposa, que alcanzaron esa posición, la de la alcaldía, gracias al padrinazgo de Lázaro Mazón, muy cercano a AMLO. Los Abarca son señalados de ser parte de la dirección de la banda Guerreros Unidos, supuestos culpables de la desaparición y muerte de los normalistas. Sobre José Luis pesa además la acusación del asesinato de Arturo Hernández, en este caso él mismo habría jalado del gatillo.

Eso, claro, según la “Verdad Histórica” del hidalguense Jesús Murillo Karam, que era titular de la PGR al momento de los hechos. Su versión ha ido desplomándose. ¿Cuál es esa verdad? Ya lo sabe usted: un grupo de 43 normalistas de la escuela que está en Ayotzinapa, a más de 200 kilómetros de distancia, fue detenido por la policía municipal de Iguala y entregado a los Guerreros Unidos, grupo criminal dominante en esa ciudad, pues los confundieron con integrantes del grupo criminal de Los Rojos, sus rivales, que era hegemónico en el municipio de Chilpancingo.

Según la versión oficial, la de la PGR, conocida como la “verdad histórica”, así entre comillas, los normalistas fueron a Iguala a armar desmanes, secuestrar autobuses y fueron capturados por los municipales. Los Guerreros Unidos mataron a los normalistas y después, en el basurero de Cocula, una comunidad aledaña, quemaron sus cuerpos hasta reducirlos a ceniza. Esa ceniza se metió en bolsas de basura que se arrojaron a un río. O sea que los cuerpos nunca aparecerán.

El nuevo gobierno, el de la 4T, no cree en esa versión y ya está construyendo su propia verdad histórica. El vocero ha sido el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, que es un político con mucho kilometraje, quien sostuvo que los normalistas pueden estar en Guerrero y que tiene elementos para probarlo.

La nota que publicó Crónica sobre el tema dice que Encinas informó que las nuevas evidencias con que cuenta la Comisión para la Verdad de Ayotzinapa permiten suponer que los estudiantes normalistas desaparecidos permanecen en el estado de Guerrero. Dio a conocer que se han hecho varios operativos, y se han investigado más de 200 puntos, además de que se reconstruyen varios de los aspectos que no se abordaron el sexenio pasado. Dijo que tiene el compromiso de encontrarlos pronto. Hay muchos testigos nuevos por lo que pronto habrá nueva información y refirió que el Ejército mexicano coadyuva en todo el proceso de investigación.

Estamos, pues, ante una misma tragedia con dos minorativas. ¿Alguna vez conoceremos la verdad? A decir de Encinas sí. Es probable que el próximo día 26 de septiembre den a conocer los avances. Están en busca de un campanazo político. Si lo consiguen pueden darle un giro a la historia. Por desgracia, muchos de los detenidos, casi todos integrantes de Guerreros Unidos , ya no están en prisión, sino que fueron liberados en una catástrofe jurídica, pues se trata de maleantes conocidos por todos que están en la calle en lugar de pasar el resto de sus vidas en prisión. Es de suponer que algunos podrían ser recapturados.

jasaicamacho@yahoo.com
Twitter: @soycamachojuan