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La victoria independentista en Escocia presagia la batalla por un nuevo referéndum

Nicola Sturgeon prometió buscar convocar otro referendo secesionista si ganaba las elecciones del jueves, como se ha confirmado este sábado que sucedió; sin embargo, Boris Johnson ya le ha cerrado de nuevo la puerta.

La victoria independentista en Escocia presagia la batalla por un nuevo referéndum

La victoria independentista en Escocia presagia la batalla por un nuevo referéndum

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El triunfo del Partido Nacional Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon en los comicios regionales de Escocia, ya confirmado tras dos días de escrutinio, presagia una dura batalla entre Edimburgo y Londres para convocar un segundo referéndum sobre la independencia escocesa.

Como se esperaba, el independentista SNP fue el partido más votado en las elecciones al Parlamento escocés celebradas el jueves, aunque no llegó a los 65 escaños necesarios para la mayoría absoluta, de un total de 192 asientos.

De hecho, se quedó a solo un diputado, pues alcanzó 64, que es uno más de los que tenía hasta ahora tras los comicios de 2016.

Los conservadores tendrán 31 representantes, los laboristas 22, los Verdes ocho y los liberaldemócratas cuatro.

De estos 129 escaños, 73 -elegidos por mayoría simple- corresponden a las circunscripciones, mientras que los otros 56 - por el sistema proporcional- proceden de las listas regionales.

DISIDENCIA APLASTADA ELECTORALMENTE

Una de las grandes noticias para el SNP es que su resultado logró disipar cualquier sombra de duda sobre el liderazgo de Sturgeon, que se había visto cuestionado en el bando independentista por la candidatura del ex ministro principal, y antecesor suyo en el cargo, Alex Salmond, en el nuevo Partido Alba (Escocia).

Salmond y Alba, sin embargo, no lograron ningún escaño.

LA BATALLA CON BORIS JOHNSON ESTÁ POR EMPEZAR

El triunfo de Sturgeon y el SNP anticipa que la líder escocesa buscará cumplir su promesa de hacer todo lo posible por lograr que Londres autorice convocar un nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia, que siguiera al celebrado en 2014.

En aquel momento, el primer ministro David Cameron autorizó la votación confiado en que ganaría el No a la secesión, como así fue, pero el resultado del Brexit en junio de 2016 amenaza con cambiar el signo en una eventual nueva votación. Esto, porque los escoceses votaron entonces abrumadoramente a favor de seguir en la Unión Europea, a diferencia de lo ocurrido en otros territorios de Reino Unido, como en Inglaterra.

Sturgeon confiaba en obtener una mayoría absoluta para reforzar su postura ante Londres, y aunque no lo logró, pues se quedó a un solo escaño, la líder escocesa ya proclamó tras conocer su victoria que "el pueblo de Escocia debe decidir su futuro cuando la crisis de la COVID-19 pase”.

“Es un asunto de principio democrático fundamental", añadió, antes de recordar que el SNP y los Verdes llevaban en sus compromisos de campaña la celebración de un nuevo referéndum.

Sin embargo, consciente de la debilitación del favor de los escoceses hacia Londres después del caos del Brexit, el mandatario británico, Boris Johnson, rechazó frontalmente este sábado –una vez más— la posibilidad de celebrar un nuevo referéndum de secesión.

"Creo que un referéndum en el contexto actual es irresponsable y temerario", dijo el conservador Johnson una entrevista con el diario The Telegraph.

Con información de EFE.