Cultura

“La vida de las mujeres está marcada por diferentes niveles de violencia”: María Fernanda Ampuero

María Fernanda Ampuero publica Pelea de gallos, conformado por relatos que exponen las desgracias generadas por el patriarcado y la agresión histórica contra las mujeres

María Fernanda Ampuero publica Pelea de gallos, conformado por relatos que exponen las desgracias generadas por el patriarcado y la agresión histórica contra las mujeres

“La vida de las mujeres está marcada por diferentes niveles de violencia”: María Fernanda Ampuero

“La vida de las mujeres está marcada por diferentes niveles de violencia”: María Fernanda Ampuero

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Una niña que vivió entre gallos, acostumbrada al olor a sangre, al licor barato y al sudor agrio, sabe que los hombres miran su ropa interior cuando duerme en la gallera, por eso decide colocarse en medio de sus piernas muchas cabezas de gallos, eso los ahuyenta. Ésa es una escena del cuento Subasta, uno de los 13 relatos del libro Pelea de gallos, de María Fernanda Ampuero (Ecuador, 1976).

“En ese cuento, el padre le dice a ella que no sea mujercita, contrario a lo que nos dicen: sé más mujercita, o, no seas machorra. Ese padre es un hombre básico que sabe que tiene una hija y no un hijo, que si la cría como una niña, la destruirán. Tiene que hacer algo y por eso le dice: no seas mujercita, cuidas gallos y no le debes tener miedo a nada, tú eres más”, comenta la autora.

En la historia creada por Ampuero y editada por Páginas de Espuma, esa enseñanza del padre hace que ella se salve de una violación.

“¿Cómo lo logra? Por medio del asco. La paradoja del patriarcado: tienes un ser humano enfrente pero no lo quieres ver como ser humano, entonces ella se caga, se rompe los labios, se mea en su cara. Rompe su atractivo sexual. Es un personaje que quiero mucho porque es mi superheroína, no tiene un cinturón ni brazaletes mágicos, tiene una enseñanza y la usa”, comenta.

Esa ruptura que hace la protagonista, añade Ampuero, era algo común entre las brujas.

“La imagen de la bruja no es como la que tenemos ahora en la cultura occidental. Eran mujeres como tú o yo, lo que pasa es que no estaban obsesionadas en gustarle al hombre, por eso las crearon, en nuestro imaginario, como horribles y ¿cómo es ser horrible? Ser viejas, perder su atractivo sexual”, externa.

Pelea de gallos es el libro con que María Fernanda Ampuero ganó el Premio Cosecha Eñe de relato 2016, y es un título que habla de la mujer como la protagonista que ha perdido una guerra que no sabe por qué empezó o por qué ellas tenían que pelear.

“Es la mujer como pueblo vencido, pueblo arrasado que perdió una guerra que no se sabe cuándo empezó ni por qué estábamos nosotras ahí; sin embargo, cada nueva generación de mujeres que nace, hereda esa pertenencia a otro y es muy macabro porque lo dice un personaje en alguno de los cuentos: sobre la indefensión siempre triunfa la crueldad”, advierte.

La autora opina que en esa visión de guerra, sólo por el hecho de nacer con una vagina entre las piernas, la vida de las mujeres está marcada por diferentes niveles de violencia.

“Aunque nunca te pase nada malo, aunque seas la mujer con más suerte del mundo, el hecho de que tu cuerpo no te satisfaga, que te mires al espejo y que no sea agradable lo que ves, es estar en la violencia porque eso da pie a que otros te dañen. Si no nos hubieran inoculado el amor romántico y que el gran  motivo por el que estamos en este planeta es conquistar a un hombre, denunciaríamos el primer insulto y golpe de nuestra pareja”, comenta.

EL PARTO. En el cuento Monstruos, Narcisa, la cuidadora de dos niñas, siempre advierte: teman más de los vivos que de los muertos, frase que se vuelve constante cuando por primera vez las dos tienen su periodo menstrual.

— ¿Por qué el crecimiento biológico de una mujer tiene que ser advertido?

— Es una cabeza de un ser de Lovecraft el tema del sistema patriarcal porque primero le quitan a las niñas todos sus súper poderes de ser lo que ellas quieran, y por otro lado, cuando entramos a la pubertad, el poder femenino (de crear vida) debe aplacarse con más fuerza y violencia.

“¿Por qué cuando tenemos la regla y me pides compresa te la debo pasar como si te estuviera pasando cocaína? Nos pasa a todas una vez al mes, si ellos tuvieran la regla se pasarían como balones las compresas, sería normalísimo, compararían sus sangres. Pero es un proceso femenino y no podemos tener nada orgánico”, responde.

En ese sentido, las mujeres soñadas por las sociedades, agrega, no son algo humano. “La mujer ideal no es humana, no es quien pueda roncar,  quien pueda cagar”.

Ampuero comenta que el proceso biológico del embarazo y de menstruar tampoco se aborda en la literatura.

“El parto es lo más animal que hacemos, es sangre, vísceras y todo tipo de fluidos ¿Cuántos hombres han visto un parto?, ¿dónde está la gran novela sobre el parto? Me enoja que la guerra sea una experiencia universal y todas tengamos que hablar de Stendhal, Balzac, Hemingway. ¿Cuánta gente ha ido a la guerra y cuánta gente ha parido o sido parida? Entonces, ¿dónde está esa gran novela sobre la épica que es parir y ser mamá?”, expresa.