Cultura

La Villa Rica de la Vera Cruz, el primer asentamiento español fijo en México

Se ubica en la localidad de Actopan y fue sede del primer cabildo, señala el arqueólogo Jaime Cortés. Es la primera muestra de arquitectura ibérica con mano de obra indígena, añade.

Se ubica en la localidad de Actopan y fue sede del primer cabildo, señala el arqueólogo Jaime Cortés. Es la primera muestra de arquitectura ibérica con mano de obra indígena, añade.

La Villa Rica de la Vera Cruz, el primer asentamiento español fijo en México

La Villa Rica de la Vera Cruz, el primer asentamiento español fijo en México

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La evidencia en México de la primera arquitectura española con mano indígena se ubica en Actopan, Veracruz, donde arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) localizaron el sitio en el que hace 500 años las tropas de Hernán Cortés, junto con totonacos, fundaron el primer asentamiento fijo: la Villa Rica de la Vera Cruz.

En esa misma área, los investigadores hallaron entierros humanos que pertenecen a fisonomías españolas y posiblemente entre ellos se encuentran los restos de Juan de Escalante, capitán que Cortés dejó a cargo de la construcción de la Villa Rica mientras continuaba su recorrido hacia Tenochtitlan.

Los anteriores descubrimientos se realizaron a principios de los años 90 del siglo XX bajo la dirección del arqueólogo Jaime Cortés Hernández, quien en entrevista con Crónica señala que buscará exponer algunos de los vestigios encontrados para poner en valor el momento del contacto entre españoles e indígenas.

“La Villa Rica actualmente se encuentra en el municipio de Actopan, en la zona costera, es decir, retirada de la cabecera municipal, incluso es más fácil llegar a la ciudad Cardel que al centro de Actopan. El sitio no se encuentra abierto al público pero está en una zona turística, Playa Villa Rica”, explica Cortés Hernández.

La evidencia del contacto, añade el investigador del Centro INAH-Veracruz, se encuentra a 15 metros sobre el nivel del mar en un terreno con menos de una hectárea de extensión.

“La Villa Rica de la Vera Cruz fue el primer cabildo que se creó tras el desembarco de los españoles y fue el primer ayuntamiento en tierra continental después del establecido en Santa María la Antigua del Darién en Panamá. Es decir, es el primer ayuntamiento en Mesoamérica y el segundo en el continente americano”, indica el arqueólogo.

Jaime Cortés Hernández platica que la excavación del sitio derivó de un proyecto llamado Historia de los asentamientos humanos de la costa central de Veracruz, que inició en 1979 con el arqueólogo alemán Jürgen Brüggemann.

“En 1989 me asignaron el proyecto Villa Rica, estuve tres temporadas trabajando y con Brüggemann exploramos uno de los principales elementos: la Fortaleza. Como encargado del proyecto exploré esa área, la parte central y ahí comenzaron los hallazgos”, narra.

Lo que encontró el equipo de expertos fue una fortaleza compuesta por cuatro en torno de un patio abierto, además de un horno, un puesto de entradas y vigilancia a la plaza central o de armas. Así como entierros, cerámica prehispánica y española, materiales de hierro y una moneda.

“El lugar es importante por ser la primera muestra de arquitectura española con mano de obra indígena, es un lugar único en México, es el primer asentamiento que tiene este tipo de inmuebles: elementos del medievo europeo y totonacos”, indica.

— ¿Hallaron cerámica?

— Sí, es material de la época del contacto, de manufactura europea conocida como mayólica y material indígena de Quiahuiztlan y Cempoala. Esto nos habla de que los totonacos ayudaron a construir la fortaleza.

“El material nos indica que la construcción no fue algo forzado sino que hubo gente reunida en armonía. No hay materiales que nos hablen de cuestiones bélicas como puntas de obsidiana para flechas o cuchillos, todo es material cotidiano y utilitario”, responde.

Cortés Hernández detalla que localizaron una moneda de Sevilla, España, sin año de acuñación pero con la leyenda del rey Fernando y la reina Isabel la Católica.

“El historiador Francisco del Paso y Troncoso (1842-1906) hizo el primer intento de encontrar la Villa Rica y en sus trabajos habla de una moneda de Fernando e Isabel la Católica que ahora debe estar en el Museo Nacional de Antropología. Entonces la moneda que encontré no es la primera, también una persona local encontró otra más pequeña que no sabemos a dónde fue a parar”, indica.

RESTOS ESPAÑOLES. Otro de los importantes hallazgos del Proyecto Villa Rica son los restos óseos de españoles.

El arqueólogo platica que cuando las huestes españolas abandonaron Veracruz para ir rumbo a Tenochtitlan, Hernán Cortés dejó a uno de sus hombres a cargo: Juan de Escalante.

“Días después, los totonacos le contaron a Escalante que en el norte había unos grupos que les quitaban sus cosechas y les exigían mujeres. Apoyado por 300 totonacos y una partida de españoles Escalante marchó hacia el norte, seguramente hasta Nautla”, comenta Cortés Hernández.

En esa región sucedió la Batalla de Quauhpopoca, nombrada así porque fue encabezada por el totonaco Cuauhpopoca (quien exigía cumplir con el tributo a Moctezuma) pero ante la resistencia indígena, Juan Escalante regresó a la Villa Rica.

“Se habla de que al llegar, permanecieron en la fortaleza —aunque no sabemos si la fortaleza funcionó como habitación porque estuvo en construcción durante tres o cuatro años— y a los tres días, seis soldados y Juan Escalante murieron”, explica el arqueólogo.

Durante las excavaciones que hizo el investigador del INAH, localizó en la fortaleza restos óseos sobre una superficie en forma de cruz orientada hacia el mar, es decir, dedicados al lugar de procedencia de los españoles.

“Fueron 11 entierros, algunos son fragmentos de huesos de pies y otros huesos sueltos pero todos nos hablan de eventos importantes que sucedieron ahí como la muerte de Juan de Escalante y sus soldados”, señala.

Además, podrían ser los restos de los españoles que desobedecieron a Hernán Cortés al tratar de regresar a Cuba con Diego de Velázquez cuando se enteraron que la tropa avanzaría hacia Tenochtitlan.

“Algunos eran allegados o hasta parientes de Diego de Velázquez y no querían incursionar con Cortés en su entrada al Altiplano, querían regresar a Cuba. Cortés les asignó un barco y después les hizo la jugarreta, se los quitó y a un piloto le cortó lo pies, a otro lo mandó a ahorcar y a otro le dio azotes”, comenta el arqueólogo.

Entonces, el planteamiento de Cortés Hernández es que los restos podrían ser de dichos españoles.

“Los materiales óseos se trasladaron a la Ciudad de México, al departamento de antropología física del INAH y se determinó que taxonómicamente pertenecen a europoides, probablemente alguno era de Las Antillas”, asevera.

— ¿Se puede asegurar que entre esos restos están los de Juan de Escalante?

— No es 100 por ciento aseverarle pero es muy probable. Se necesita un estudio de ADN para confirmarlo.

— Actualmente ¿dónde está todo el material hallado?

— Una parte estaba en el área de conservación y restauración del INAH en la Ciudad de México pero ya los trasladamos a Veracruz y estamos manejando una propuesta para hacer una sala introductoria que denote los elementos del momento del contacto.

“Es importante reflexionar sobre ese momento histórico porque determinó la identidad de los mexicanos. Fue la integración cultural tanto de España como de Las Antillas y de la región totonaca que tuvo como producto a nosotros los mexicanos”, responde.