Opinión

Las claves de un supermartes de infarto: culpen a los jóvenes

Las claves de un supermartes de infarto: culpen a los jóvenes

Las claves de un supermartes de infarto: culpen a los jóvenes

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La imagen más icónica de Bernie Sanders en su campaña por la candidatura presidencial demócrata se repite en cada mitin: la del viejo canoso de espalda, rodeado por jóvenes que le gritan y le piden una selfie, como se si se tratara de una estrella de rock.

Cuando a lo largo de la tarde del supermartes llegaban a su campaña datos sobre un fuerte aumento de la participación —especialmente en dos de los grandes, Virginia y Texas—, Sanders sonrió satisfecho, porque lo atribuyó a su irresistible atracción entre los jóvenes, como confesó un testigo.

Para cuando se hizo de noche, la sonrisa se le había borrado. No fueron los jóvenes los que se movilizaron en masa, sino los moderados y muchos indecisos que se asustaron ante el imparable ascenso del “candidato socialista”.

Una encuesta del Washington Post reveló que sólo 1 de cada 8 estadunidenses de entre 18 y 29 años con derecho a votar en cualquiera de los 14 estados en juego, acudió a las urnas. Eso sí, los que lo hicieron eligieron de forma aplastante a Sanders (58%) frente a su rival más peligroso, Joe Biden (17%).

¿Cuál fue entonces la clave de la derrota de Sanders (o de la victoria de Biden)? Que dos tercios de los simpatizantes demócratas que se tomaron la molestia de ir a votar tenía 45 años o más, y aquí es donde el exvicepresidente toma clara ventaja, ya que hasta un 48% de los votantes de edad madura es partidario de Biden, más del doble de los que apuestan por Sanders (20%).

En el caso de Texas (el segundo estado más decisivo, con 228 delegados), la sorprendente victoria de Biden fue precisamente por una afluencia masiva de votantes mayores, muchos de los cuales decidieron acudir a las urnas de última hora, tras la ofensiva del ­establishment contra el “apoyo de Sanders a la dictadura cubana y venezolana”. A diferencia de California, donde el voto joven fue decisivo en la victoria de Sanders, en Texas no fue suficiente, debido a que sólo el 15% de los que votaron tenía menos de 29 años.

La otra “sorpresa” del supermartes fue la gran victoria de Biden en Virginia (99 delegados en juego), donde se repitió, si cabe con más fuerza, el mismo patrón: el votante mayor de 30 años se movilizó mucho más que el juvenil, y lo hizo, además, poco antes del supermartes. Las encuestas lo reflejan claramente: Biden pasó del segundo lugar en Virginia a sumar 30 puntos y ponerse líder en una semana negra para Sanders, la que va desde su desafortunada declaración sobre la dictadura castrista a su derrota en Carolina del Sur y la “cargada” del ala moderada del partido en favor de Biden, con los exaspirantes Pete Buttigieg y Ami Klobuchar a la cabeza.

Si Sanders quiere ganar la candidatura tendrá que fotografiarse menos con los jóvenes y coquetear mucho más con esos otros “asustadizos” votantes demócratas.

Le queda poco tiempo.

fransink@outlook.com