Opinión

Las cosas que un ciclista ve: un listado

Las cosas que un ciclista ve: un listado

Las cosas que un ciclista ve: un listado

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

1. Una gran cantidad de comercios locales atendidos por sus dueños en cada barrio y colonia por los que ruedo sobre corcel metálico: cafés amables donde me dejan guardar mi bici, recauderías, sucursales bancarias no tan atestadas con respecto a las que habitualmente llego en el transporte del homo histericus, es decir, el automóvil y muchos mapas mentales para satisfacer necesidades presentes o incluso futuras, incluyendo una larga lista de talleres para mis bicicletas.

2. Peatones o ciclistas que me saludan sin conocerme, de muchas maneras como un buenos días, una sonrisa acompañada de un movimiento amable y discreto de cabeza, una alusión al clima mientras esperamos que un semáforo se ponga en verde.

3. Mujeres jóvenes, empoderadas (ver punto 12), rodando sobre vías primarias de manera muy correcta pero sin casco. Si hay oportunidad, es decir, si coincido con alguna de ellas en una parada la conmino con amabilidad a rodar con él. Tampoco soy de los que se la pasa dando consejos a manera de sermón dominical.

4. Hombres, mujeres, niños y niñas rodando en sus colonias con la bolsa del mandado dentro de una canastilla.

5. Individuos de todas las edades paseando a los canes y moviendo la cabeza de modo cínico o moderado, siempre multidireccional, en busca de moros en la costa para dejar las heces del cuadrúpedo en la vía pública si no hay intrusos. Por lo visto los ciclistas les somos invisibles pues esta escena la veo con recurrencia.

6. Ciclistas suicidas rodando de noche, o en tardes lluviosas, sin ninguna luz y portando vestimenta oscura. Desde luego que más del noventa por ciento de estos cuates no usan casco.

7. Jóvenes practicando un truco: rodar sin sostener el manubrio para descansar la espalda después de un largo camino. Yo lo practicaba de niño y adolescente, ahora, aunque podría intentarlo, opto por no correr el riesgo. Esto me lleva a la siguiente reflexión.

8. Perro viejo podría aprender trucos nuevos. Hace poco vi el video de un señor de edad peruano, realizando una proeza que quiero practicar: mantener el equilibrio de la bicicleta sin poner un pie sobre el piso en alto total mientras esperamos la oportunidad para proseguir la marcha. He visto a varios jóvenes hacerlo y creo que podría conseguirlo. Ya tengo el parque donde practicaré. Total no es lo mismo caerse en esta condición, que en la del punto anterior.

9. Dueños de bicicletas metidos en aprietos cuando a su bici de cambios se les bota la cadena, con las manos llenas de grasa después de haber probado varios intentos por desconocer la regla básica: colocar los engranes en las estrellas correctas.

10. Memes que cobran vida. Por ejemplo, tipos mamones en bicis con cuadro de fibra de carbón y atuendos más propios para un desfile de modas, dejando el bofe en una pendiente inclinada mientras son rebasados por un vendedor de tacos de canasta con toda la carga en la parrilla de su bicla. Las bicicletas de trabajo de los taqueros, plomeros, jardineros y afiladores son una maravilla.

11. Fotos que cobran vida. La semana pasada Pedro Valtierra comentó en Los Periodistas una fotografía que captó en La Habana. De acuerdo con el fotógrafo, quien hizo la glosa de algunas imágenes de su extenso y espléndido archivo, se encontraba en no sé qué viaje de trabajo cuando vio pasar desde el taxi a un ciclista con su Huski. Rodeando como collar el pecho del ciclista con sus largas patas delanteras, el tronco del can se apoyaba sobre la larga espalda de su chofer quien conducía una bicicleta como las descritas al final del punto 10, en la parrilla trasera del vehículo había un cojinete para que el perro recargara habilidosamente sus extremidades traseras. La imagen es hermosa por la proeza de equilibrio del can, que además recarga su cuello sobre la cabeza del conductor, como un vigía expectante del camino; es hermosa por la hermandad bicicleta, perro y homo rodans. Yo hace unos años vi en Huipulco a una señora que venía del mandado con la canastilla llena y en la parte de atrás llevaba un perrito mediano simpatiquísimo. Iba dentro de una caja de plástico naranja, adaptada a la parrilla. El can lucía feliz con la lengua de fuera disfrutando su paseo. En una parada le pregunté que si no tenía miedo de que se le escapara y me dijo que lo tenía entrenado. Me lamenté por no tomarle la foto y más tarde algunas preguntas me atormentaron: ¿Y si caía en un bache, o si pasaba un tope rápido, o si frenaba intempestivamente? Deduje que deberían tener una rutina o que incluso el can podía tener un instinto a enroscarse dentro de la caja cuando las condiciones del camino resultaran agrestes. A quien sí le tomé foto hace poco menos de tres años fue a un perico que paseaba sobre Reforma apeado a la gorra blanca con visera de su chofer. Por cierto, la imagen de Pedro Valtierra puede buscarse en internet por su nombre: “Paseo en bicicleta en la Plaza de la Revolución.”

12. Los ciclistas tejen redes de ayuda. Existe un grupo de Facebook llamado la Agenda ciclista CDMX en el que puede verse de todo: venta de accesorios, memes, invitaciones a varios tipos de rodadas, solicitud de ayuda o información en tiempo real ante emergencias o bien ante dudas sobre el arte de rodar en esta jungla, fotos y videos rifados, convocatorias a marchas de protesta en dos ruedas y una serie de documentos que dan cuenta de la falta de cultura cívica que existe todavía en torno al ciclista. Pues bien, hace unos días en Querétaro se volvió viral un video que yo vi por vez primera en el grupo de Facebook, subido a Twitter por los repartidores de alimentos. Más tarde lo recuperé de Proceso con el nombre que describe la escena: “Mujer ciclista pasa por encima de un auto que invadió ciclovía en Querétaro.” Y tal cual. En plena marcha un papanatas en cuatro ruedas contempla impávido cómo una repartidora se trepa cargando su bici azul sobre el cofre, camina por el techo y baja por la cajuela del armatoste blanco mientras se oyen las voces de los compañeros ciclistas repartidores: “¡Es ciclovía!, ¡es ciclovía!, ¡es ciclovía!” Mis respetos a todos los ciclistas que exigen cada vez con más fuerza su derecho a circular.

13. Homo histéricus que abren las puertas de sus vehículos sin echarle un vistazo al espejo.

14. Cretinos, en la Colonia del Valle abundan, que estacionan sus carrozas en carriles ciclistas.

15. Padres amorosos enseñando a mantener el equilibrio a sus hijos sobre dos ruedas.

16. Gente perdiéndole el miedo a un vehículo que está resolviendo muchos problemas de movilidad, comentando entusiasmada sus planes veraniegos para, parafraseando a Neruda, devolverle la libertad a la bicicleta abandonada.