Cultura

Las diosas, en las diferentes culturas, representan el ideal espiritual y físico

Entrevista: “En todas las culturas, los mitos de origen se replican o son muy parecidos. Por lo general siempre hay un poder femenino asociado a la Luna, que tiene que ver con el ciclo menstrual; también está la figura de la diosa madre, como la Coatlicue en México o Parvti en India”, destaca Valeria Hipocampo.

Entrevista: “En todas las culturas, los mitos de origen se replican o son muy parecidos. Por lo general siempre hay un poder femenino asociado a la Luna, que tiene que ver con el ciclo menstrual; también está la figura de la diosa madre, como la Coatlicue en México o Parvti en India”, destaca Valeria Hipocampo.

Las diosas, en las diferentes culturas, representan el ideal espiritual y físico

Las diosas, en las diferentes culturas, representan el ideal espiritual y físico

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Los renos son una de las pocas especies que cuentan con hembras cornadas, por eso en la mitología siberiana la diosa del espíritu es Reno; en el área maya existió una deidad protectora de los suicidas de nombre Ixtab y en todo Egipto y en la franja del río Nilo se adoró a Sejmet, diosa leona que alecciona a los humanos.

Ésas son algunas de las figuras mitológicas que reúne Valeria Hipocampo (Ciudad de México, 1989) en el libro ilustrado Sagradas. 50 diosas de todo el mundo, editado por PlanB, de Penguin Random House.

“En todas las culturas, los mitos de origen se replican o son muy parecidos. Por lo general siempre hay un poder femenino asociado a la Luna, que tiene que ver con el ciclo menstrual, también está la figura de la diosa madre, como la ­Coatlicue en México o Parvti en la India”, destaca la ilustradora.

Esas similitudes, más allá de hacer repetitivo el discurso, lo hacen diverso, añade. “Cada una de las culturas tiene una visión muy distinta de qué es la feminidad”.

Valeria Hipocampo platica que este libro nació con la idea de investigar sobre diosas no tan conocidas, es decir, las deidades grecolatinas y egipcias aparecen, pero no son las que predominan.

“En lo que me tocó investigar, de diosas norteamericanas hay poca información y las culturas africanas son un territorio desconocido porque África ha sido un territorio de conquista durante mucho tiempo, entonces los saberes transmitidos se han perdido e incluso muchas culturas son ágrafas. Sobre las diosas chinas también fue complicado encontrar información confiable y fidedigna”, detalla.

Una de las deidades que incluye la autora es Reno, de la mitología siberiana, cuyo mito se traduce en la figura que guía, la protectora de los recién nacidos y la encarnación de los ancestros.

“Los renos son los únicos ciervos en donde a las hembras les crecen cuernos. Es un ser guía y un ser que cuida. Hay comunidades siberianas que viven con renos, a cada uno los nombran y cuando las matriarcas de la comunidad mueren sus astas son conservadas (talladas en una estatuilla) y veneradas dentro del altar familiar porque se supone que es tu antepasado”, detalla Valeria.

Otra diosa que el libro describe es Ixtab, de la cultura maya de México, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. Esta deidad es la protectora de los suicidas, en especial de los ahorcados, así como de las mujeres muertas en parto y de los sacrificados.

“Siempre hay una diosa en las culturas que representa la dicotomía vida-muerte, pero en ninguna otra cultura existe un dios o diosa cuidadora de los suicidas y esto da cuenta del tipo de relación que los mayas tenían  no sólo con la muerte sino con la idea de decidir sobre tu propia vida. Era una diosa bastante venerada”, comenta.

Mawu es una deidad de la cultura fon (perteneciente al país africano Benín) que representa a la Luna y por ende, guía a todas las personas al descanso, la alegría y los sueños.

“No sólo es la idea de la Luna, va más hacia el lado de la renovación. Para ellos, la noche es un momento sagrado porque es cuando descansas. Esto tiene que ver con la vida desértica de esta cultura, el día se relaciona con la fatiga, al trabajo y al peligro de estar expuesto al sol en ciertas horas, entonces la Luna es benévola porque les ofrece horas de descanso, paz, donde la mente se renueva”, explica.

BELLEZA. A través de la ilustración, Valeria Hipocampo buscó exponer los ideales de belleza de las culturas del mundo y no acotarse a la imagen de Afrodita como sinónimo de mujer hermosa.

“Intenté no hacer una misma mujer, busqué expresar los ideales de belleza porque estas diosas representan un ideal tanto espiritual como físico e intenté no perder eso. Hay diosas recatadas que apelan a la mujer humilde y otras que van más por la ira o el poder”, destaca.

En opinión de la también historiadora del arte, esas formas de concebir la belleza ofrecen la lectura de una mujer sin estereotipos porque existe una variedad infinita de su estética.

Sobre el proceso de la ilustración, Valeria platica que primero realizó las ilustraciones y después el texto.

“Los bocetos fueron a mano, luego digitalicé para agregar color y fondo. Es una paleta a dos tonos, los elegí porque me gusta el contraste entre verde agua y lila purpura, además son colores que no asocias a la paleta de color de alguna cultura en específico”, señala.

Sagradas. 50 diosas de todo el mundo incluye unas tarjetas recortables con la ilustración de cada una de las 50 deidades. “Las pensé como las imágenes de iconos y santos que se venden, a manera de estampas”.