No será la primera vez que trate este aspecto, ni el único y tampoco el último en hacerlo a lo largo de este par de años con los que estamos por cerrar la década marcada por la pandemia y todo lo que trajo y traerá consigo en el lapso de algunos meses que, espero, no sobrepasen los 24.

Al referirme a las dos oposiciones a la 4T no descubro hilos negros y acaso por ser tan evidentes, es necesario verlas una y otra vez a contraluz. La telenovela de las oposiciones a la 4T está por llegar al final de su primera temporada con las elecciones del 2021. Han sido un par de años movidísimos primero en campo abierto y luego, para quienes tenemos la oportunidad y el privilegio de hacerlo, desde espacios de confinamiento con pantallas hiperconectadas a una red contagiada, a su vez, por otro virus para el que hay que desarrollar anticuerpos llamado noticias falsas con tres cepas muy visibles: las descaradas, las torpes y las que caminan desnudas creyendo ir ataviadas con las mejores sedas como en el cuento de Hans Christian Andersen.

La paradoja es una figura retórica que encierra la contradicción. Los políticos, así como muchos intelectuales progres o retros, y empresarios carentes de toda ética, tienen herencia genética y mucha experiencia social para montar instalaciones o pastorelas paradójicas, desde luego de maneras regularmente torpes. Por su poder ilustrativo las paradojas políticas revelan que no son sedas, ni felpas ahora que hace frío, las telas que cubren los cuerpos desnudos de los opositores internos y externos a la 4T. Veamos dos, no sin antes explicar el concepto de paradoja con las palabras de un acucioso estudioso de la retórica moderna, el maestro Alejandro Tapia, extraída de su blog El árbol de la retórica, recuperable en la red: “Dada la frecuente inconsistencia que existe entre nuestros pensamientos, nuestras creencias y nuestras acciones, y dada por tanto la irrenunciable ambigüedad e incompletud que rige a nuestro lenguaje, una figura que siempre salta a la vista para ilustrar la presencia de la contradicción es la paradoja.”

Va un par de representaciones paradójicas para darle contexto al título de esta colaboración:

1. Oposición Interna: Duro contra los colectivos culturales.

Dentro de las fuerzas de izquierda que permitieron el ascenso al poder del proyecto de la 4T se encuentran los colectivos culturales, algunos plagados de contradicciones internas y grillas por micro protagonismos que a mí me resultan deplorables, pero desde el conjunto de los colectivos culturales emana una fuerza que le ha dado un sólido soporte a nuestra cultura mediante diversas actividades de producción teatral, plástica, editorial o de gestión en entornos difíciles porque sus integrantes se mueven en ellos y con pocos recursos. De ahí su fuerza y dinamismo, su poder contestatario y su natural tendencia a combatir simulaciones desde las múltiples izquierdas. A esos grupos debe apoyárseles, con esos grupos la cultura de la 4T se gestiona porque trabajan duro y cerca de comunidades con poco acceso a la cultura.

La existencia de un grupo de chat compuesto por funcionarios públicos federales de la secretaría de cultura y otras afines llamado “Desactivación de colectivos”, entraña una paradoja colosal. Entre algunos funcionarios vinculados a la 4T que conforman el chat de marras se encuentran: Ángeles Castro, Alejandra Chávez, Esther Hernández, Pablo Raphael y Paula Vázquez. Varios de ellos ligados estrechamente al trabajo de los colectivos. No sé cómo ni cuando surgió ese chat, ya me parezco a la titular de la secretaría y sus funcionarios cómplices que la encubren “tomándose la cicuta” como lo expresa con ironía el colega de Excélsior Juan Carlos Talavera. Lo curioso es que sepamos de este grupo poco después de que una serie de colectivos presentaran demandas ante la CNDH para que la cámara de diputados reasignara el presupuesto de cultura de una manera más racional y menos faraónica. ¿Pues no que la vida pública debe ser cada vez más pública? Revelen el contenido total de ese chat para ver si es cierto que sólo hubo malentendidos, una mala elección del nombre y que Alejandra Frausto no sabía nada del asunto. Tan fácil como eso. Mientras tanto se volvieron a disparar en el pie como lo están haciendo con el cabildeo para algunas gubernaturas entre ellas la de Nuevo León. Pero si la oposición interna es grotesca, de baile de máscaras y ventanillas burocráticas, la externa es hilarante, aunque no por ello feroz y peligrosa.

2. Oposición externa: Fiesta Covid en Malinalco

Cada día que abro la prensa o acerco la oreja a la radio, me topo con muchos muñecos de ventrílocuo repetir una y otra vez que AMLO es más neoliberal que las narices de sus propios titiriteros, que no hay libertad de expresión y que vamos corriendo a un Estado Totalitario. Algunos se enfurecen torciendo la boca como un individuo lamentable que “debatió” con la doctora Elvira Concheiro, otros “argumentan” usando latinajos como los simios ciceronianos que hicieron las delicias de Erasmo de Rotterdam, otros más sacan datos muy descontextualizados, sin mirar al bosque del pasado y como leñadores expertos propinan con furia hachazos a lo único que pueden ver de un complejo panorama político que cambia con apoyo social: un tronco.

De los argumentos de la oposición moralmente derrotada y visiblemente enfurecida que se suceden como escenografía de Los Picapiedra es que Mexicalpan de las tunas es el peor país del mundo en el manejo de la pandemia, que no damos una, que se tienen que dar sanciones más fuertes para quienes no usen cubre bocas, que su dictador favorito está obligado a echar mano de la fuerza pública para evitar la propagación del contagio y otros sabios consejos que proporcionan con dedos flamígeros.

Son execrables y visiblemente hipócritas, les gusta jugar en la cancha de la doble moral como Claudio X González quien desde su cuenta de Twitter lanzó al ciberespacio el siguiente tuit el pasado 20 de agosto: “Les importó más a los López el poder y la popularidad que la salud, y ahora la falta de salud les va a restar poder. Los mexicanos saben que en el manejo de la pandemia ha habido soberbia, incompetencia, desinformación y falta de empatía, y muchos votarán contra Morena en el ‘21.”

Meses después, el mismo furibundo opositor fue objeto de noticia por una boda reseñada por el colega Israel Dávila, corresponsal de La Jornada, de la que cito unos párrafos:

“En una vieja casona conocida por los vecinos de este Pueblo Mágico como La Quinta, ubicada en la zona centro de Malinalco, el pasado fin de semana se celebró la boda de la hija de Pablo González Guajardo, director general de Kimberly Clark México, quien a su vez es hermano de Claudio X. González Guajardo, fundador de la organización Sí por México, opositora al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

“Con poco más de 300 invitados, el enlace matrimonial se convirtió en uno de los eventos sociales más grandes celebrados en este municipio en meses recientes, pese a las recomendaciones de las autoridades sanitarias ante la pandemia.

“La familia González Guajardo recomendó a los invitados portar cubrebocas e incluso rentaron una ambulancia privada, pero a medida que se desarrolló la fiesta, la prevención y la sana distancia se olvidaron y por la noche ya nadie portaba mascarilla, como se observa en videos difundidos en redes sociales.”

De ese calibre la hipocresía, la “construcción de la narrativa” de todos contra “López” para frenar mediante una alianza PAN, PRD y PRI la consolidación de un proyecto; una alianza que mostró sin su ropaje imaginario, como en el cuento de Andersen, a la cúpula que quiere recuperar sus fueros y sablear al erario como en los buenos tiempos de Salinas, Fox, Calderón y Peña Nieto.