Opinión

Las guerras de Trump

Las guerras de Trump

Las guerras de Trump

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La escena política de Estados Unidos es como una comedia de equívocos, pero en clave de tragedia. De cara a los problemas que enfrenta Donald Trump y su familia, el actual inquilino de la Casa Blanca recurre a las más viejas recetas de la política en aquel país: usar la amenaza de una guerra para despertar el patriotismo de sus ciudadanos. En el caso de Trump, existe ahora una amenaza permanente de que podría estallar un conflicto militar con Irán, Corea del Norte o Venezuela, además de que ha recurrido también a la guerra de aranceles, algo que cayó en desuso por ser, muy frecuentemente, la antesala de conflictos militares y porque, ni siquiera cuando se evita caer en el conflicto militar, hay alguna garantía de que sirvan para mejorar la economía de algún país.

El riesgo de un conflicto militar o arancelario no es algo que nos sea ajeno o distante a los mexicanos. Sin la espectacularidad de las medidas impuestas a China, contra México y Canadá se han impuesto tarifas a las importaciones de aluminio mexicano y canadiense, del mismo modo que se ha hecho contra las importaciones de jitomate mexicano y no hay garantía alguna de que ahí vayan a parar estos actos de hostilidad económica, más bien al contrario.

Ello es así porque la manera en que se construye el escenario para la elección presidencial de 2020 nos habla de una tendencia a un mayor uso de México como un objeto de constante ataque por parte de Trump, así como un cierto desinterés de los muchos, hasta ahora más de 20, precandidatos presidenciales del Partido Demócrata, para criticar a Trump por ese tipo de ataques.

Además, no podemos perder de vista el delicado asunto de la crisis humanitaria que se vive en las fronteras de México por la llegada de migrantes que tratan de solicitar, en los así llamados “puertos de entrada” de EU, asilo por diversas razones. Ése es un problema que EU opta por tener, pues no hay nada que le impida a ese país hacer que las solicitudes de asilo se hagan en sus consulados, para que los solicitantes no tengan que apersonarse en El Paso o San Diego. Trump encontró en esa laguna en la legislación el pretexto perfecto para generar una crisis que le permite atacar un día y el otro también a México por no hacer el trabajo que EU no desea hacer en sus embajadas y consulados.

Frente a ello, el subsecretario de Gobernación de México, Alejandro Encinas, recientemente publicó un texto en un medio nacional en el que delineaba algunos de los retos que México enfrentará como resultado de esta realidad. El texto, impecable en otros sentidos, no deja claro qué hará México para tratar de controlar lo que Encinas llamó “la Babel del Suchiate” y que amenaza con convertirse en algo todavía más complejo y difícil de controlar en las próximas semanas.

Baste señalar que sólo en Ciudad Juárez, EU ha “devuelto” a México—en las últimas 20 semanas— a dos mil 800 personas, que deberán esperar hasta febrero de 2020 para ser escuchadas en las cortes especializadas que el gobierno de EU ha creado para atender este tipo de casos. De nuevo, EU podría crear salas en sus consulados para que, por medio de una audiencia virtual y a distancia, los jueces resolvieran lo que procediera, pero no. Es más rentable en términos electorales crear una crisis en México para atacar a México y ganar el voto de los racistas en EU. Ojalá en México viéramos qué tan importante es no imitar ese discurso racista.

manuelggranados@gmail.com