Opinión

Las minorías en Afganistán

Las minorías en Afganistán

Las minorías en Afganistán

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Desde que los talibanes asumieron la dirección del gobierno de Afganistán, una desesperada migración de personas se ha dado y continuará en los próximos días. En la huida, se han sumado deportistas, artistas, mujeres de toda condición social, pues existe un temor generalizado de que al ser un país islámico en donde todo parece indicar que se aplicará al Corán como ley, muchas personas corren riesgos de muerte.

La situación es muy delicada y los ojos del mundo están puestos en este país. De acuerdo con el estudio anual que realiza la Fundación Vaticana Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), en este 2021 se reporta que en Afganistán hay un 99.9 por ciento de musulmanes; de otras confesiones el 0.1, y el de cristianos, es de 0.0 personas, y la explicación de estas cifras radica en la intolerancia religiosa, de modo que cualquier persona que profese otra religión que no sea el islán, lo tiene que hacer de manera clandestina.

Se calcula que, los musulmanes suníes representan entre el 84.7 % y el 89.7 de la población del país; el resto son musulmanes Chiíes que abarcan entre el 10 y el 15 %. Hay diferencias notables entre ambos grupos.

La Constitución afgana reconoce oficialmente a 14 etnias, siendo el grupo más numeroso los pastunes, con un 42 por ciento.

Entre los hindúes y sijes apenas suman 550 personas, y en el caso de los cristianos, como ellos no pueden ejercer su fe sino de manera subterránea, el número se calcula en cero, y el único lugar de culto católico se encuentra en el interior de la embajada de Italia en Kabul, y tiene la condicionante de que por ningún motivo pueden hacer proselitismo religioso. Los contados cristianos que hay viven en una situación muy vulnerable y muchos de ellos trabajan en otras embajadas.

En Afganistán realizan labor humanitaria cinco Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, que atienden a niños huérfanos, niñas abandonadas y ayudan a 240 familias muy pobres. Ellos serán evacuados.

La Constitución de Afganistán, en su Artículo 1, señala que Afganistán será una república islámica, independiente e indivisible, y en el número 2, afirma que el islam es la religión de la República islámica de Afganistán. El Artículo 3 ordena que el Presidente del país tiene que ser musulmán.

La Ley islámica condena la apostasía y la blasfemia que se castiga con la pena de muerte, y pone bajo la lupa a las personas de otras confesiones religiosas. Con frecuencia se hacen falsas acusaciones contra los cristianos pues, además, no se requiere de testigos para culpar a una persona.

Si algún musulmán se convierte a otra religión, puede ser ajusticiado con la pena capital y se le confiscan todos sus bienes. No existe libertad religiosa y hay muchas contradicciones con el tipo de vida occidental.

La religión islámica es obligatoria en la educación privada o estatal desde temprana edad.