Las coronas que usaron las monjas contemplativas como parte de su indumentaria para la boda mística con Dios, son piezas que ayudan a entender los usos y costumbres que existieron en el virreinato de la Nueva España y que se mantienen hasta nuestros días.

Crónica presenta una entrevista con la investigadora Katia Perdigón Castañeda quien restauró ocho coronas que se resguardan en el ex convento de Santa Mónica, Puebla.

La experta detalla que la vida de las religiosas contemplativas transcurría dentro del convento, en las celdas, realizando labores en el taller y conviviendo en el refectorio (comedor), en contacto mínimo con el mundo exterior por medio del coro bajo, alto o la cratícula (ventana de comunión). Estas mujeres eran reconocidas, durante la época virreinal, por su habilidad en la creación de bordados, pinturas y ceriesculturas.

“Varias de las monjas de vida contemplativa hasta la actualidad siguen tomando votos temporales y perpetuos, con coronas ya sea de flores o de espinas”, comenta la restauradora y autora del libro La conservación de las coronas de monjas del Museo de Arte Religioso, Ex convento de Santa Mónica, Puebla.

-¿Cuál es el significado de las coronas?

-Tienen diferentes significados, por un lado, son esposas y a la vez reinas del cielo. No sólo el significado atañe a la corona, sino que va en relación con los otros aditamentos que conforman el arreglo místico, estamos hablando de la corona, la palma, el niño, el crucifijo y demás elementos que utilizan dependiendo de la congregación.

“Hablar por separado de la corona no nos lleva a mucho, por eso es importante que cuando se analice cualquier objeto cultural como en este caso, se vea en relación el contexto, no solamente de época, o de quien lo usó, sino también observar el conjunto de elementos con los que se conjuga”, responde.

Perdigón Castañeda advierte que existen diferentes tipos de coronas para distintos momentos, por ejemplo, la corona de bodas que así como en las mujeres católicas el elemento principal son los azahares blancos, también las monjas las llevan en los desposorios místicos.

“Se coronan en los votos temporales, en la profesión solemne que es cuando las monjas cambian a la toca negra. Otro momento importante en que se coronan es cuando cumplen 25 años y 50 años, y en algunas ocasiones, en la época del virreinato de la Nueva España, cuando eran abadesas. La última vez que se coronan es cuando mueren y se entierran con este elemento”, detalla.

-Además de ponerles corona, cuando morían estas monjas, ¿se acostumbraba a retratarlas?

-Lo que se cuenta es que al ser monjas de claustro, los familiares no podían acceder a verlas, solo a través de la celosía del coro bajo. Entonces el sepelio se hacía en ese lugar, ahí se le enfloraba y se hacían las exequias. Se cuenta que, en ese momento, una monja que fuera buena pintora hacía el retrato de la difunta o bien, se contrataba a un pintor que desde la parte exterior de la reja hacía la pintura de la monja fallecida.

En el caso de las ocho coronas resguardadas en el ex convento de Santa Mónica son piezas posiblemente de finales del siglo XIX, añade Perdigón Castañeda.

“Mi hipótesis es que son de diferentes conventos dada la iconografía, recordemos que Santa Mónica es un museo fundado con piezas de diferentes conventos que fueron ex claustrados”, indica.

-¿A qué obedecían las diferentes formas de las coronas (imperiales o radiales)?

-Todos esos diseños corresponden a gustos y modas. Si triangulamos datos entre los análisis materiales, los ejemplares que pude revisar y los diseños pictóricos podemos llegar a una hipótesis de los diferentes diseños que había. Insisto, ésta es una propuesta porque también tiene que ver el tipo de orden a la que pertenecían dichas piezas. Lo que encontré en fotografías antiguas fue que las coronas de las monjas agustinas eran de picos, pero no significa que todas fueran así, tiene que ver con gustos y modas de la época.

En el caso de las piezas del museo de Santa Mónica las bases de las coronas, es decir, los armazones, son metálicos, y a partir de esa base las monjas realizaban la decoración.

“Tienen diferentes tipos de materiales, desde papel, tela de algodón o seda, uno de los ejemplares que analicé está hecho con capullos de mariposas lo cual me pareció

maravilloso. También hay azahares de cera y figurillas de cera, desafortunadamente es una artesanía que se está perdiendo”, destaca.

-¿Ha encontrado coronas en excavaciones arqueológicas?

-En el sismo de 1985 muchos edificios resultaron dañados, entre ellos, el antiguo Ex convento de la Encarnación (Ciudad de México), hoy Secretaría de Educación Pública, en aquel momento entró un equipo de salvamento arqueológico a cargo del Arqueólogo Carlos Salas en la zona correspondiente al templo, para hacer el rescate de lo que iba saliendo y cuando empezaron a hacer la nivelación del piso encontraron diferentes entierros, tanto de gente común, como de monjas que estaban en el coro bajo.

“En el área del coro bajo estaban enterradas varias monjas de las cuales, los entierros primarios tenían coronas, y su arreo funeral: ramo, anillos, rosarios”, detalla.