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Las reinfecciones por SARS-Cov-2

Un texto del Dr. Gerardo Gamba donde habla que, aunque existen las reinfecciones por COVID, hasta el momento son raras

Las reinfecciones por SARS-Cov-2

Las reinfecciones por SARS-Cov-2

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El 31 de agosto revisamos en este espacio el primer caso documentado de reinfección por SARS-CoV-2. Desde entonces se han ido informando casos aislados que, para algunos, ponen en tela de juicio la utilidad de la respuesta inmune en contra del virus y por ende de la duración de la inmunidad que resulte, ya sea por haber tenido COVID o bien por recibir una vacuna. Nosotros en el Instituto hemos documentado algunos casos aislados de clara reinfección. Sin embargo, hasta hace unos días lo único que teníamos a la mano eran reportes de casos.

El lunes de la semana pasada un grupo de investigadores de Catar publicaron un artículo en el Clinical infectious disease (2020 Dec 14;ciaa1846.doi: 10.1093/cid/ciaa1846) con lo que me parece que es estudio serio en relación con reinfecciones que, aunque hecho en forma retrospectiva, tiene la ventaja de que se basa en una robusta base de datos que se ha construido en ese país en relación con la epidemia de COVID.

En este espacio quiero comentar el trabajo porque me pareció que puede ser ilustrativo al respecto, a pesar de las inmensas diferencias que hay entre ese pequeño país y el nuestro, de las que resalta que Catar es uno de los países más ricos del mundo. Con 11,586 Km2 (similar a Jamaica) tiene una población de 2.6 millones de habitantes, para una densidad de población de 176 habitantes por Km2 y con un clima caluroso y seco durante todo el año.

Si la pandemia lo permite, en ese país se jugará el campeonato mundial de fútbol en 2024. Nuestro país en contraste tiene un porcentaje considerable de la población en pobreza, con 1,964,375 Km2 y 128.6 millones de habitantes, para una densidad de población de 57 habitantes por Km2, con un clima variante a lo largo del año y muy diverso dada la extensión territorial.

En el estudio se partió de los análisis de PCR que tienen centralizados en una base de datos de todo el país, con la ventaja también de que en la misma base están los datos clínicos de pacientes vistos por COVID. Dado que en diversos estudios se ha visto que la positividad al SARS-CoV-2 en hisopados nasofaríngeos puede tomar en algunos casos hasta 45 días para volverse negativo, se definió como posible reinfección cuando se detectó una PCR positiva en alguien que tuvo otra previa, cuando menos 45 días atrás.

De 133,266 PCRs positivas registradas, 117,458 (88 %) representaban la única PCR para cada individuo en particular. Es decir, se encontraron 15,808 PCRs positivas de las que al menos dos muestras fueran del mismo individuo. La mayoría eran pacientes con varias PCRs tomadas durante su seguimiento. Solo 243 PCRs positivas representaban al menos dos muestras tomadas al mismo individuo, con más de 45 días de diferencia.

Ya con una PCR positiva >45 días después de la primera, la evidencia de reinfección en cada caso fue definida como: fuerte, moderada, baja o débil de la siguiente forma: fuerte como una PCR positiva en menos de 30 ciclos y sin evidencia de que el primer episodio haya transcurrido con pobre control; moderada, como una PCR positiva en más de 30 ciclos, asociada a la aparición de nuevo cuadro clínico o detectada por el seguimiento de contactos positivos (es decir, que tuvo contacto reciente con alguien enfermo de COVID); baja, como PCR positiva en más de 30 ciclos, sin evidencia alguna de enfermedad y débil, como PCR positiva en más de 30 ciclos en sujetos sin clara resolución del cuadro previo.

En 54 casos la evidencia fue fuerte o moderada, dividida en 35 casos como fuerte, con promedio positivo a los 22 ciclos (14 a 29) y en 19 como moderada, con promedio positivo a los 32 ciclos (30 a 37). De estos 54, 58 % (31 casos) fueron detectados por laboratorio en ausencia de síntomas, ya sea por análisis aleatorios en la población o por seguimientos de contactos y solo en 42 % (23 casos) fue porque el paciente acudió a la clínica.

Entonces, es imposible saber si los 31 casos que no acudieron a la clínica fueron o no reinfección, pero evidentemente no tuvieron ninguna relevancia clínica. De los 23 que fueron vistos de nuevo, solo hubo una hospitalización en un caso no grave, que fue indicada por aislamiento. No hubo ningún muerto.

De los 243 sujetos con dos PCRs positivas, en 48 de ellos se realizó en algún momento análisis de anticuerpos contra el virus y de estos, solo en 30 (60 %) fueron positivos. Hay que recordar sin embargo que las pruebas de anticuerpos han ido evolucionando y mejorando.

De los casos en los que la evidencia de reinfección se definió como fuerte, trece tenían análisis de anticuerpos y de estos, siete fueron negativos. Finalmente, la evidencia incuestionable de que existió una reinfección es que la secuencia del virus de la primera y segunda sean suficientemente diferentes como para considerarlos como dos cepas distintas.

En los 54 sujetos en que la evidencia era fuerte o moderada, solo en 23 existía material de ambas PCRs como para secuenciar al virus. En 11 casos una de las dos muestras fue insuficiente y por lo tanto no se puede concluir nada. En 8 casos los virus de ambas eran idénticos o casi idénticos lo que descarta reinfección. Solo en cuatro casos se obtuvo evidencia concluyente de reinfección por las diferencias en la secuencia de ambas muestras. De estos, tres estaban clasificado como evidencia fuerte y uno moderada.

Este estudio muestra claramente que existen las reinfecciones, pero que son bastante raras. Si tomamos los 54 casos con evidencia fuerte o moderada como reinfección, sobre las 101,349 personas del estudio positivas y con más de 45 días de seguimiento post-COVID, el riesgo de reinfección es de 0.05%. Si nos ponemos más exigentes y tomamos únicamente a los cuatro que por secuencia del virus fue confirmada la reinfección, entonces el riesgo es de 0.00003%.

Existen las reinfecciones por COVID, pero hasta el momento son raras. Esto significa, por un lado, que quien ya tuvo COVID, de cualquier manera debe seguir observando las medidas de protección y por otro lado, que haber tenido COVID y/o recibir una vacuna es probable que sea protector en la mayor parte de la población.

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e

Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM.