El presidente libanés, Michael Aoun, calificó ayer los últimos ataques con drones sucedidos el pasado domingo contra el sur de Beirut y la frontera con Siria una “declaración de guerra”. Los incidentes remarcan el aumento de la tensión entre Israel e Irán, país al que apoya la milicia libanesa Hezbolá.

“Los asaltos en el barrio de Dahie y la zona de Qussaya van en contra de resolución 1,701” del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra que protagonizaron Israel y Hezbolá en 2006, afirmó Aoun en un tuit. Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, no quiso hacer comentarios al respecto y, de momento, el Gobierno israelí no se ha hecho responsable de la autoría del ataque.

El pasado domingo dos drones se estrellaron en el sur de Beirut, considerado un feudo del grupo Hezbolá, que rápidamente acusó a Israel de las maniobras.

En la madrugada de este lunes, otro supuesto ataque israelí tuvo como objetivo una base del Frente Popular para la Liberación de Palestina en el este del Líbano, que algunos medios locales han atribuido también a drones.