En un ejercicio de congruencia, en lugar de demandar que la saquen de la bancada en el Senado,  la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena debería pedirle a la conductora de televisión Lilly Téllez que asuma la presidencia del partido.

Morena es el partido más conservador del espectro. La agenda internacional progresista le tiene sin cuidado. Pasa de largo sobre temas como el derecho a decidir, los matrimonios igualitarios y la protección del medio ambiente.

De hecho las posiciones de Lilly se parecen mucho, son casi idénticas, a las de López Obrador que es un populista evangélico que nada tiene que ver con la izquierda. La diferencia central es que Téllez es católica y el mandatario se formó en la Iglesia Pentecostal, dominante en Macuspana.

La verdad de las cosas es que Morena es una agrupación confesional a imagen y semejanza de su líder, por lo que si la dichosa comisión presiona de más, a los que van a terminar corriendo de Morena es a ellos. Si se quedan se confirmará la tesis de que estamos ante un partido bipolar. Van a tener que sacar del partido a la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, por permitir que las iglesias evangélicas se estén apoderando del programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, según reconoció en declaración pública no desmentida el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, Arturo Farela.

La Comisión de Honestidad también debe sacar del partido a los legisladores hidalguenses de Morena que votaron en contra de la interrupción legal del embarazo, rompiendo un acuerdo del partido. La Comisión también tendrá que correr a la senadora zacatecana María Luévano, que quiere terminar de manera legal con la separación Iglesia-Estado, que es uno de los fundamentos del Estado mexicano que existe a pesar de los deseos de la jerarquía católica. Luévano presentó una iniciativa en este sentido. Los ejemplos se podrían multiplicar, comenzando por la alianza de Morena con el PES en la elección del año pasado. Lo  dicho, Lilly Téllez  sí  representa  a  Morena.

2019 año rojo.

Comienzan a conocerse las cifras definitivas de la violencia para el 2019 y la verdad sólo sirven para documentar el pesimismo. La 4T recibió un desastre, imposible regatearlo, pero la verdad es que la situación no mejoró un ápice y en algunos rubros empeoró.

El gobierno entrega malas cuentas y pide otro año de gracia, para ver si en el 2020 hay algo qué presumir a casa. Como ayer se apuntó en estas páginas, el secuestro en México en el 2019 registró un aumento superior al 30 por ciento, al documentarse en el periodo enero – noviembre mil 801 casos. A partir de cifras oficiales se proyectan más  de 30 mil asesinatos para el año que está por terminar, que se perfila como el más violento desde que se llevan registros. Tres mil 200 de esos casos se clasificaron como feminicidios.

No se puede seguir por el mismo camino que nos tiene como país en el fondo del barranco, hay que pensar en salidas imaginativas, algo que ni siquiera los cárteles esperen, nada de abrazos y no balazos, ni otros disparates, pero sí hay salidas. El senador Félix Salgado Macedonio dijo que la legalización de la mariguana y la amapola es parte central de la estrategia del gobierno para pacificar al país. Salgado es presidente de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara alta, por lo que está al tanto de la agenda de Morena, el partido mayoritario, en la materia. “Esas drogas se van a legalizar”. Urge.

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