Como hicieron la semana pasada en la primera huelga mundial por el clima, más de un millón de jóvenes en todo el planeta se manifestó este viernes para exigir a los líderes de la comunidad internacional que frenen el cambio climático.

Esta vez, sin embargo, empezaron a contar con mayor apoyo de los adultos, después de que ONGs, asociaciones y sindicatos se sumaran a las convocatorias en buena parte del globo.

En total, hubo marchas en más de 150 países. Las calles se llenaron de manifestantes en países como Reino Unido, Argentina o India, lo que convierte al movimiento “Viernes por el Futuro” en un fenómeno global.

“Si no actuamos ahora, no tenemos futuro”, afirmó ayer por ejemplo un joven manifestante de 13 años en Nueva Dehli.

Con la activista sueca Greta Thunberg a la cabeza, los adolescentes siguen liderando las protestas, pero las manifestaciones arrastran ya a más adultos. “Hace 20 años que tenía que haber pasado esto”, comentó a El País, Carlos Alonso, de 49 años, que participó en la protesta de Madrid. “Pero estábamos dormidos; han tenido que ser los jóvenes los que salgan primero a la calle”, añadió.

Las protestas también se sintieron en América Latina. “Que actúen ahora para detener la pérdida de biodiversidad y reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030”, reclamó el grupo ecologista Extinction Rebellion en Buenos Aires.