Escenario

Los años 90 ¡están vivos! a través de Los Esquizitos

La icónica banda mexicana de rock garage surf, prepara el relanzamiento de su álbum debut, ahora en vinilo, con toda la esencia noventera que lo vio nacer

La icónica banda mexicana de rock garage surf, prepara el relanzamiento de su álbum debut, ahora en vinilo, con toda la esencia noventera que lo vio nacer

Los años 90 ¡están vivos! a través de Los Esquizitos

Los años 90 ¡están vivos! a través de Los Esquizitos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

En la víspera de la celebración por el 50 aniversario de su natalicio, Alex El Tío Fernández, guitarrista de Los Esquizitos, se toma un momento para atender nuestra llamada telefónica y charlar un rato sobre el relanzamiento del material debut homónimo (1998), de la icónica banda de garage surf.

“Ya está todo, solo falta imprimir… o sea, la producción artística ya está, ahorita estamos en la producción de los materiales gráficos, tenemos colaboraciones, el Güili (Damage) consiguió el fotógrafo y los fanzines los está tijereteando. Todo es casero”, explica a Crónica.

Éste es el segundo material que lanzan en formato vinil de 7”, bajo la batuta del sello Chez Nobody Records, pues en 2017 sacaron el EP Por favor, calmantes. Sin embargo, ahora es especial porque sirve como un tributo a los orígenes de la banda y a una generación de proyectos que continúan arraigados al legado que construyeron  hace 25 años.

El nuevo LP incluye además material adicional que remonta a la cultura de la que emergieron: “La dinámica es recuperar esa onda fanzinera de los noventa, estas revistas fotocopiadas hechas por fans que manejaban información, comentarios y actualizaciones, de una manera que se disfrutaba mucho ese tipo de comunicación, no como ahora que te enteras rápido de las novedades de tus artistas preferidos. Justamente por eso quisimos retomar esa estética, manera de informar y de echar cotorreo, que era particular de esa época”.

Este tipo de revista casera estilo booklet (folleto) contará con textos de algunos contemporáneos como Rubén Albarrán (Café Tacvba) y el periodista Eric Blanc: “De los contenidos, hay algunos textos de amigos que van enriqueciéndolo, yo espero también colaborar con algunas ilustraciones y quiero meterle el libro que hicimos hace como cinco años, ¡Pum pum, bang bang! (2014), todo con esa onda de los noventa”; libro de tintes policiacos y humor negro que desarrolla la historia de la canción que lleva el mismo nombre, y que pertenece al álbum Los Esquizitos.

La idea de dicho material adicional para el relanzamiento apela a la melancolía por la cuna que vio nacer a la banda, criada dentro de una escena underground en México durante dicha década. Y aunque a lo largo de su trayectoria se han visto influenciados por las distintas escenas musicales que habitan el globo, persiste su esencia con los mismos “garabatos gui­tarrísticos” de aquel entonces, asegura Alex.

“No sé lo que se nos ha quedado o lo que hemos perdido de esa época, siento que se ha revitalizado y enriquecido con tantas escenas que nos han tocado ver pasar… formatos de músicas, conciertos y fans. Estos ojos han visto pasar muchas cosas”, menciona enronqueciendo la voz a manera de broma, con un tono de misterio bastante fingido que me recordó a los ­narradores de esas viejas radionovelas de terror.

Reflexionando sobre los mucho o poco que han cambiado las generaciones, Alex comienza a describir su generación, esa generación que fue joven durante los noventa y que disfrutaba de su curiosidad al máximo, existía una dedicación casi solemne a la exploración de nuevos proyectos y estilos musicales, así como una búsqueda constante de su propia voz, una urgencia de ser representados como generación a través de una voz que no fuera la misma de los setenta y ochenta. “A mí honestamente siempre me dio hueva pertenecer a una tribu urbana, eso no era para mí, pero sí notaba que se divertían y a partir de un gusto buscaban informarse, eso me gustó mucho de esa época”.

No obstante, entienden los cambios en la industria y fuera de satanizar los nuevos formatos digitales y plataformas, los suman a su propuesta. Propuesta en la que, por si fuera poco, dejó al aire la premisa de un posible tema adicional en el disco, que por su calidad humorística, podría tratarse sólo de una broma de buen gusto a esta ingenua reportera.

“Adiós tristeza, hola botella de licor…”