Metrópoli

Los centros de abasto más grandes de la CDMX laboran con normalidad

En los pasillos, es común ver el ir y venir de cientos de personas cargando sus bolsas de compras, algunos con cubrebocas y otros pocos hasta con guantes de plástico, no obstante son un número muy reducido.

Los centros de abasto más grandes de la CDMX laboran con normalidad

Los centros de abasto más grandes de la CDMX laboran con normalidad

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Los mercados más grandes y concurridos de la Ciudad de México continúan abriendo sus puertas y ofertando con normalidad sus productos, lo anterior pese a los 60 casos confirmados de coronavirus en la capital.

Locatarios de mercados como La Merced, Jamaica, Sonora e Hidalgo, ubicados en la zona centro, comentaron que aunque existen rumores de un posible cierre temporal para evitar los contagios de Covid-19, ellos no pueden parar la venta, ya que viven al día y este representaría un duro golpe para su economía.

En un recorrido realizado por Crónica a lo largo de estos icónicos centros de abasto, se constató que la vendimia se realiza sin contratiempos y mientras muchas personas decidieron no salir de casa, al interior de estos sitios la realidad es totalmente diferente, pues los pasillos, locales y puestos continúan con su actividad normal de gente.

Aunque, en la mayoría de los casos, los mercados no cuentan con dispensadores de gel antibacterial, ni letreros sobre las medidas sanitarias que se deben seguir para evitar el contagio.

Ana María, de 62 años, tiene un pequeño local al interior del mercado Hidalgo, donde desde hace más de cinco años dedica su vida a la venta de frutas y verduras. Para ella un día sin vender representaría no tener el dinero suficiente para comer ni para solventar la renta de su departamento y los servicios.

“Yo ya estoy grande pero tengo que levantarme para venirme a trabajar diario, ésta es mi vida y de esto he vivido desde hace muchos años; si nos piden cerrar por seguridad, la verdad es que quedaría desprotegida y sin dinero porque de este negocio es de donde saco el dinero para mantenerme y para mandarle un poco a mis nietos que están en los Estados Unidos”, dijo.

Y agregó: “La mayoría de los que vendemos aquí, si no es que todos, estamos en la misma situación. ¡Claro que queremos estar sanos y seguros en casa sin arriesgarnos, pero si lo hacemos ¿quién verá por nosotros y nuestras familias?”

Al igual que ella, a un costado del Mercado de Sonora, sobre la calle, Mario tiene un puesto en el que vende veladoras, collares y algunas plantas y aseguró que aunque entre los comerciantes se ha corrido el rumor de que las autoridades planean cerrar la venta en el lugar él no dejará de trabajar.

“Aquí se escucha de todo, pero la verdad es que aunque el gobierno nos cierre no nos vamos a quitar, porque si no ¿de dónde comemos? Y aquí hasta que ya no venga nadie y no vendamos porque las calles están vacías nos quedamos, pero trataremos de vender lo más posible porque la situación que se avecina se ve que se va a poner dura”, mencionó.

Mientras tanto, en los pasillos, es común ver el ir y venir de cientos de personas cargando sus bolsas de compras, algunos con cubrebocas y otros pocos hasta con guantes de plástico, no obstante son un número muy reducido.

En ninguno de los accesos de los mercados se observó dispensadores de gel antibacterial o carteles con las medidas de precaución ante el virus y aunque algunos de los puestos y locales de venta de comida si tenían botes con gel antibacterial, no todos los comensales los utilizaban.