Cultura

“Los discursos nostálgicos son la base de la exclusión de migrantes”

ENTREVISTA. Juan Pablo Villalobos, por medio de Facebook, habla de su reciente novela La invasión del pueblo del espíritu. Las historias de extraterrestres y los nuevos fascismos fueron los detonantes para escribirla, explica.

ENTREVISTA. Juan Pablo Villalobos, por medio de Facebook, habla de su reciente novela La invasión del pueblo del espíritu. Las historias de extraterrestres y los nuevos fascismos fueron los detonantes para escribirla, explica.

“Los discursos nostálgicos son la base de la exclusión de migrantes”

“Los discursos nostálgicos son la base de la exclusión de migrantes”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La fascinación que desde su infancia tuvo el escritor mexicano Juan Pablo Villalobos (Jalisco, 1973) por las historias de extraterrestres, más la actual preocupación por el brote de nuevos fascismos y la distorsión de la palabra comunidad, fueron los detonantes para que el Premio Herralde de Novela 2016 escribiera su reciente libro La invasión del pueblo del espíritu.

La novela editada por Anagrama fue comentada ayer por Villalobos a través de Facebook, quien explicó que la historia narrada es la de dos amigos migrantes: Gastón y Max.

“Gastón viene del Cono Sur y Max, aunque nunca se dice abiertamente, es mexicano. Los dos están pasando por una crisis vital: Gastón tiene un perro que se llama Gato y padece una enfermedad terminal, entonces va a tener que sacrificarlo. Max tiene un restaurante que tendrá que cerrar por culpa de la gentrificación, es decir, los alquileres han subido mucho y el dueño ha vendido el restaurante sin avisarle”, dijo el autor.

Además aparecen otros personajes, añadió Juan Pablo Villalobos. Es el caso de Paul, hijo de Max, un biólogo que trabaja en la tundra estudiando organismos extremófilos: bacterias que sobreviven a condiciones intolerables de máximo frío o máximo calor en lugares donde se supone que no podría haber vida. Este personaje sufre una paranoia por la posibilidad de vida extraterrestre.

“La novela se desarrolla con esas crisis vitales y en el barrio de una ciudad no nombrada donde empiezan una serie de tensiones que tienen que ver con la gentrificación, tensiones de tipo xenofóbico, racista y en el enfrentamiento que hay entre diferentes culturas”, comentó Villalobos.

A la pregunta de cómo nació la idea de esta novela, el autor explicó que fue por su fascinación a los extraterrestres.

“Todo empieza con una fascinación que yo tengo desde niño por los extraterrestres y naves espaciales. Esto me viene a mí y a mis cuatro hermanos porque mi padre estaba también obsesionado con estos temas y en nuestra casa había una colección de revistas y libros relacionados con lo paranormal, ovnis y extraterrestres”, confesó.

Anteriormente, Villalobos había colado ese tema en novelas como: Si viviéramos en un lugar normal y Fiesta en la madriguera.

“Tenía muchas ganas de escribir una novela en donde lo extraterrestre fuera central y sin que necesariamente fuera una novela de ciencia ficción. La verdad es que no soy un gran lector de novelas de ciencia ficción, me gustan, pero no cultivo el género”, expresó.

Acompañado de Coatlicue, una especie de muñeca-cojín con la forma de la diosa mexica, Villalobos comentó que La invasión del pueblo del espíritu también reúne sus reflexiones sobre la migración.

“La idea de una novela extraterrestre se mezcló con los temas de la inmigración, qué sucede con la identidad cuando te mudas, qué sucede con el sentido de pertenencia… y a nivel de lo político también tiene que ver con algo que sucede en los últimos años: la emergencia de los nuevos fascismos, de los movimientos de extrema derecha, de esta exclusión que hacen de los inmigrantes con base en discursos nostálgicos que tienen que ver con una pureza de lo que significa ser de un lugar”, detalló.

HUMOR NO HIRIENTE. Juan Pablo Villalobos platicó que caminó mucho para realizar esta novela.

“Es una novela que escribí caminando por la ciudad, incorporando cosas que me encontraba en la calle y eso es algo que reivindico: escribir sobre lo que uno tiene cerca, sobre lo cotidiano. A esos materiales hay que ponerlos a trabajar con la ficción, incluso la más absurda”, opinó.

Una de las variantes de esta novela respecto a sus anteriores libros, dijo, es que está escrita en tercera persona para incluir al lector en la historia.

“Este libro tiene que ver con la amistad, la solidaridad y empatía; con la idea de un nosotros en los tiempos que estamos viviendo, es decir, un modelo económico que está llevando al capitalismo a sus últimas consecuencias y que ha instaurado una idea del éxito personal que es totalmente competitiva: la ley de la selva, la ley del más apto”, dijo.

Lo anterior, añadió, también tiene que ver con cómo ese capitalismo establece la idea de masculinidad. “Esa masculinidad tiene que ver con los valores del más apto y del más fuerte. Lo que sucede con todos los personajes de la novela es que son muy frágiles”, señaló.

Villalobos también habló del humor. “En los últimos años hemos visto, por ejemplo en redes sociales, el debate absurdo sobre los límites del humor, siempre relacionado con lo que se llama políticamente correcto o incorrecto”, comentó.

Por lo general, opinó, el humor tiene que ver con la parodia o sarcasmo, en donde se usan mecanismos propios del discurso del odio.

“Ese humor siempre establece un arriba y un abajo, un adentro y un afuera. El que está arriba se burla del que está abajo, y el que está adentro del que esta fuera. Son mecanismos de humillación. Me preguntaba si se podía hacer humor sin recurrir a mecanismos jerárquicos, por eso en este libro, el humor lo hice con el lenguaje y no tanto con los personajes”, destacó.