El régimen de Daniel Ortega y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia volverán a la mesa de diálogo en Nicaragua el 27 de febrero, en la que será la primera ronda de pláticas entre ambas partes desde que en julio de 2018 se rompieron las últimas negociaciones.

Ortega admitió que el acuerdo se fraguó después de las pláticas que mantuvo este pasado sábado con un grupo de prominentes empresarios nicaragüenses, que le solicitaron dar el paso. El mandatario sandinista explicó que en ese encuentro estuvieron presentes como invitados el cardenal y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, y el mismo nuncio apostólico.

La presión de las grandes fortunas del país permitirá retomar un diálogo que se instauró en mayo pasado tras el inicio de la crisis política en el país en abril de 2018, pero que quedó roto en julio después de que grupos oficialistas atacaron a obispos de la Iglesia católica, quienes actuaban como mediadores.

Ortega dijo a través de cadena de radio y televisión que la mesa del diálogo se instalará ahora con menos actores y que esta vez no será televisada, como sí lo fue la primera sesión del anterior intento, porque “eso no es correcto en una negociación”.

Esta vez, uno de los temas que centrarán el debate será la situación de los presos políticos en el país, apenas días después de que la justicia nicaragüense condenara a cerca de 350 años de cárcel combinados a tres líderes campesinos por su participación en protestas antigubernamentales.