El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó hoy a Sao Paulo para asistir al funeral de su nieto, una vez que la Justicia le permitió salir de las instalaciones de la Policía Federal (PF) en la ciudad de Curitiba, donde cumple una condena por corrupción.

De traje negro y sin corbata, Lula da Silva llegó a Sao Paulo en un avión que abordó en el aeropuerto de Bacacheri, hacia donde lo trasladó desde temprano un helicóptero desde las instalaciones de la PF de Curitiba, acompañado de un amplio dispositivo de seguridad, informaron diarios locales.

En Sao Paulo subió a un helicóptero para trasladarse a San Bernardo do Campo, localidad de ese estado, donde en un automóvil escoltado se dirigió al Cementerio Jardim da Colina para despedir a su pequeño nieto, que es velado desde la noche del viernes y la cremación está programada para este mediodía.

Arthur Araújo Lula da Silva, uno de los siete nietos del expresidente, murió la víspera a los siete años en un hospital de Sao Paulo, víctima de meningitis meningocócica. Su cremación será en el mismo cementerio donde fue el sepelio de su abuela Marisa Leticia Rocco, quien falleció en febrero de 2017.

Tras recibir la fatal noticia, Lula da Silva pidió autorización para salir –por primera vez- de prisión y le fue concedida por la Justicia Federal, con base en la Ley de Ejecución Penal, la cual permite a los presos asistir al velorio de un pariente cercano.

Desde abril pasado, el exmandatario cumple en la prisión de Curitiba una condena de 12 años por corrupción.

La muerte de su nieto se produjo a un mes del fallecimiento de su hermano mayor, Genival Inácio da Silva, y Lula no asistió a los funerales esa ocasión debido a que se le otorgó el permiso de salida de prisión a última hora.

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