El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo este sábado que la toma del último bastión del Estado Islámico (EI) en la ciudad de Al Baguz elimina "un gran peligro" para Francia, que ha sido víctima de múltiples atentados, pero advirtió de que la amenaza terrorista persiste.

En un doble mensaje en su cuenta de Twitter, Macron consideró "inmenso" el paso que se ha dado con la conquista de esa última bolsa de resistencia del EI, anunciada por las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), alianza liderada por los kurdos.

"Se ha eliminado un gran peligro para nuestro país. Pero la amenaza persiste y la lucha contra los grupos terroristas debe continuar", indicó, después de insistir en que "no olvidamos a las víctimas de Daesh".

Francia ha sido uno de los países occidentales más afectados por los ataques de terroristas que dijeron actuar en nombre del Estado Islámico.

En particular los perpetrados por un triple comando en París el 13 de noviembre de 2015, en el que murieron 130 personas y más de 300 resultaron heridas; y el atropello masivo con un camión conducido por un yihadista en el paseo marítimo de Niza el 14 de julio de 2016, en el que hubo 86 fallecidos y más de 300 heridos.

El jefe del Estado francés rindió homenaje a sus socios que han luchado contra el EI en los territorios que controló la organización yihadista, así como a los ejércitos de los otros países que también forman parte de la coalición internacional.

"Han combatido a los terroristas con determinación, para nuestra seguridad", concluyó Macron.