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Madres separadas de hijos en la frontera se querellan contra Trump

El Centro Nacional de Justicia de Inmigración pedirá tres millones de dólares para cada víctima. “Venimos buscando refugio por la violencia y el gobierno nos atormentó a mí y a mi hija”

El Centro Nacional de Justicia de Inmigración pedirá tres millones de dólares para cada víctima. “Venimos buscando refugio por la violencia y el gobierno nos atormentó a mí y a mi hija”

Madres separadas de hijos en la frontera se querellan contra Trump

Madres separadas de hijos en la frontera se querellan contra Trump

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Un grupo de madres que fueron separadas de sus hijos en la frontera entre Estados Unidos y México el año pasado denunciaron ayer el maltrato del presidente estadunidense, Donald Trump, y el trauma que sufren a raíz de la aplicación de la política de “tolerancia cero”.

“Mientras estuvimos separadas, no pude ni comer ni dormir. Tuve pesadillas, perdí mucho peso, dolores de cabeza y empecé a perder pelo. Fue una tortura”, argumentó en una rueda de prensa telefónica la guatemalteca Leticia, una madre de 25 años que fue separada de su hija de 5 años más de cuatro meses.

Leticia explicó que decidió abandonar Guatemala junto a su hija tras recibir dos amenazas de muerte de una banda callejera.

“Venimos a EU buscando refugio de la violencia de nuestro país, pero en vez de ofrecernos seguridad, el Gobierno estadunidense nos atormentó a mí y a mi hija”, relató la joven.

Leticia forma parte de un grupo de seis familias de inmigrantes que presentaron un reclamo individual contra la Administración de Trump, bajo la Ley Federal de Demandas por Agravio (FTCA, en sus siglas en inglés), con la ayuda del Consejo Estadunidense de Inmigración.

Después de ser reunificadas cuatro meses después de ser separadas, Leticia notó que su hija estaba “diferente” y “tenía muchas pesadillas”.

“Me despierto con sus gritos de ‘mamá, mamá’ mientras duerme. Si hoy en día hace algo mal o se le cae algo al suelo, llora y me suplica que no le pegue. No sé de dónde viene este temor, porque yo nunca la pegué”, continuó.

Entre quienes forman parte de la demanda se encuentra la guatemalteca Elena, de 35 años y que fue apartada de su hijo de 12 años en marzo de 2018, tras cruzar la frontera en el estado de Arizona.

De acuerdo con la reclamación judicial, Elena y su hijo, Luis, tuvieron que abandonar Guatemala después de que un grupo callejero amenazara a ambos de muerte si el menor no se unía a ellos.

Encerrados en la “hielera”. Elena y Luis pasaron dos días con 20 personas más en una “hielera”, habitación con temperaturas muy bajas en las que la Patrulla Fronteriza (CBP, en sus siglas en inglés) mantiene detenidos a los inmigrantes que acaba de arrestar.

Ambos denunciaron que sólo recibieron una sopa fría para comer y que no había camas para dormir.

Al segundo día, las autoridades sacaron a Luis de la “hielera” y lo llevaron a un centro de detención en Nueva York, a más de 4 mil kilómetros de distancia de su madre.

Según su relato, estuvieron separados durante 77 días.

Daño intencional. Ante estas situaciones, el director adjunto del Centro Nacional de Justicia de Inmigración, Mark Fleming, señaló que la demanda en contra del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en sus siglas en inglés) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS, en inglés) “busca 3 millones de dólares para cada madre e hijo” por los daños ocasionados.

“Trump implementó esta política para intencionalmente causar daño y miedo en estas familias. Tuvo éxito, con consecuencias devastadoras”, añade Fleming.