El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ofreció ayer una nueva versión sobre la crisis de los apagones, en un intento de amortiguar la creciente indignación de la población ante la impotencia del régimen para restablecer el servicio eléctrico.

En su primer discurso televisado desde que comenzaron los apagones, Maduro denunció que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) no puede volver a la normalidad, como mínimo en un mes, porque “el cerebro del SEN (Sistema Eléctrico Nacional) fue penetrado por virus desde Estados Unidos”.

Sin mencionar en ningún momento las décadas de abandono del sistema, como han denunciado los expertos, Maduro acusó a la “oposición golpista” de estar detrás de los “ataques constantes” al SEN desde el 7 de marzo. Según el líder chavista el ataque efectuado el pasado viernes contra las líneas de transmisión “fue brutal” y, sin entrar en detalles, dijo que “combinó elementos electromagnéticos y elementos de infiltración en Corpoelec” que actualmente están siendo investigados.

Sin embargo, dijo, “inmediatamente comenzamos los trabajos de recuperación con científicos, ingenieros y hackers para liberar el cerebro del SEN de los virus”.

Racionamiento. Pese a la inmediatez de la que habló, Maduro admitió que no estará resuelta la crisis al menos en un mes. “He aprobado un plan de 30 días para ir a un régimen de administración de carga (racionamiento)”, dijo.

Asimismo, anunció el establecimiento, a partir de hoy, de una jornada laboral reducida hasta las 2 de la tarde y el mantenimiento de la suspensión de las clases por los “daños de consideración” que sufre el sistema eléctrico.