Opinión

Magos no son

Magos no son

Magos no son

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Al final de la primera semana de la temporada Tom Brady hizo un comentario que no pasó desapercibido para nadie. El veterano y exitoso quarterback señaló era la primera vez en mucho tiempo que no se veía a tantos mariscales de campo novatos tomando el protagonismo en su primer año.

Al verlo desde esa perspectiva claro que tuvo razón, pero dada la calidad de jugadores que egresaron de la universidad en esa posición no podría esperarse de otra manera.

Sin embargo, hay que ser cautos a la hora de echar campanas al vuelo y verlo desde un punto de vista real: Estos chicos no son magos y, no por el simple hecho de haber logrado hazañas en su etapa universitaria, llegaran imponiendo condiciones en su primer año; después de todo deben pasar por un proceso que no todos asimilan de la misma manera o con la misma velocidad.

EN LA MIRA

Trevor Lawrence con Jacksonville, Zach Wilson con NY Jets, Justin Fields con Chicago, Mac Jones con Nueva Inglaterra, Trey Lance con San Francisco, y por qué no decirlo, hasta Tua Tagovailoa con Miami (pues a pesar de que llegó hace un año a la Liga realmente en este 2021 apenas inicia) ahora mismo se encuentran en la mira de los miles de aficionados que creen que su sola presencia cambiará los rumbos de sus equipos en cuestión de semanas.

Y es que basta ver la expresión de estos mariscales de campo o de sus entrenadores para darnos cuenta de que no es tan sencillo y de que la etapa rosa de enamoramiento del prospecto ha pasado de la dulce ilusión del “vemos un brillante futuro” a la realidad del “hay mucho que trabajar”.

FRUSTRACIÓN

La cara de frustración de Lawrence es evidente al acabar los juegos y más aún si se toma en cuenta que fue un jugador acostumbrado a ganar. Su coach, Urban Meyer, también denota su desencanto y más aún al tomar en cuenta que es la primera experiencia de Meyer en la NFL como coach en jefe.

Con los Jets es algo similar. Wilson aún se ve muy rebasado por la velocidad y sistema del futbol profesional. Su entrenador, el también debutante Robert Saleh, muestra en no pocas ocasiones una mirada preocupada y con enormes signos de interrogación. Saleh era el coordinador defensivo de los 49ers hasta hace un año y ve que no es lo mismo hacer magia a la ofensiva con Kyle Shanahan que sin él.

PACIENCIA Y ESPERANZA

Y ya que hablamos de San Francisco, vemos, quizá de cierta manera, aunque sin la prisa de otros equipos, que Lance promete, aunque en las pocas oportunidades que le ha dado Shanahan ya en temporada regular, se ha visto que aún le falta tiempo para retar a Jimmy Garropolo y quitarle el puesto, como tantos auguraban. Ahí lo importante y positivo es que Shanahan lo irá llevando de la mano para lograr la transición como sucedió con en Kansas City con Alex Smith y Patrick Mahomes.

Por lo que respecta a Jones con los Patriotas no cabe duda que la mano de un muy buen entrenador como Bill Belichick siempre hace la diferencia, pues a pesar de haberlo nombrado titular siendo un novato, el sistema instaurado por el coordinador ofensivo, el geniecillo de ataque, Josh McDaniels, han puesto en una situación que protege al novato al no cargarle todo el peso. Jones ha sido por mucho el más destacado de los recién llegados al momento.

De Fields, con los Osos, es notorio que el jugador ha hecho lo imposible para mostrarse y más ahora que ante la lesión del titular, Andy Dalton, ha tenido que tomar las riendas, pero ni sus indiscutibles cualidades mostradas en Ohio State le han permitido ser una marcada diferencia, aunque quizá Fields sea una verdadera competencia para hacerse del puesto abridor.

INTERROGANTE

Finalmente, esta el caso de Tagovailoa, quien desde el año anterior carga en hombros con la ilusión de todo Miami. Aunque es notorio que el chico no ha tenido ni chispazos de lo que mostró en la Universidad de Alabama, hay que reconocer que él mismo no es del todo culpable, pues la tendencia del coach en jefe, Brian Flores, no le ayuda, y por lo mismo, se ve muy difícil que Tagovailoa despunte como se espera.

ENTRENADORES Y TUTORES

Y es que, a parte de lo extremadamente complicado que debe ser para un joven de apenas 21 o 22 años cargar con la responsabilidad de toda una franquicia, se encuentra el papel del tutor deportivo que lo ha de encaminar.

Como ya apuntamos, en ese sentido se ha visto la mano de Belichick con Mac Jones en Nueva Inglaterra y hasta la pausada introducción que hace Shanahan con Trey Lance en San Francisco. Matt Nagy, de la escuela de Andy Reid, seguro hará lo propio con Justin Fields en Chicago, pero qué hay de los otros.

Urban Meyer se encuentra en la misma curva de aprendizaje que Trevor Lawrence en Jacksoville, algo parecido a lo que vivieron Jimmy Johnson y Troy Airkman en los 90. No por nada Meyer ha platicado y pedido consejos a Johnson.

De Brian Flores y su tutela con Tua Tagovailoa, no sabemos qué esperar. Flores es un coach de tendencia netamente defensiva. Es verdad, trabajó bajo la tutela de Belichick, pero la coordinación del ataque esta al cargo de los entrenadores de ala cerrados y de corredores, o sea, dos ideas y conceptos diferentes que en nada ayudan a formar a un quarterback pues no tiene un tutor que lo guie.

EXCEPCIONES

Es verdad que mucha gente argumentará que existen casos de quarterbacks novatos que destacaron desde su primer año como Kyler Murray en 2019 con Arizona o Justin Herbert con LA Cargadores en 2020. Y si, es verdad, pero esos son casos aislados y de chicos que tuvieron a tutores adecuados en Kliff Kingsbury y Anthony Lynn, respectivamente; ambos de tendencia ofensiva.

Así que, pensar que estos quarterbacks tendrán una temporada ganadora en este 2021 es mucho soñar.

Porque para acabar pronto, esa clase de fenómenos se dan una vez cada 30 años. Ni Peyton Manning o John Elway pudieron hacerlo. El último que como novato rompió todo pronóstico fue Dan Marino en 1983, al llevar a los Delfines a los playoffs.

Es verdad que actualmente los jugadores universitarios llegan mejor preparados para hacer la transición al futbol profesional, debido a que cada vez existe mayor incorporación de sistemas de uno y otro escenario (colegial-profesional), pero de ahí a creer que un quarterback, por bueno que haya sido en la Universidad, será un jugador de impacto inmediato, es muy, pero muy poco probable.