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“Mal ambiente” y desinformación en científicos y académicos: AMLO

Este diario le compartió el desencanto brindado por investigadores y artistas durante la entrega de los Premios Crónica 2019. Admite preferencia por un buen ser humano, antes que por un buen científico

Este diario le compartió el desencanto brindado por investigadores y artistas durante la entrega de los Premios Crónica 2019. Admite preferencia por un buen ser humano, antes que por un buen científico

“Mal ambiente” y desinformación en científicos y académicos: AMLO

“Mal ambiente” y desinformación en científicos y académicos: AMLO

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El presidente Andrés Manuel López Obrador negó afectaciones a la comunidad científica y académica durante su gobierno. Atribuyó el “mal ambiente” a la desinformación y al ataque a corruptelas en el Conacyt.

Sí admitió preferencia por un buen ser humano, antes que por un buen científico…

Este diario le compartió el desencanto expresado por investigadores y artistas durante la entrega de los Premios Crónica. Le pidieron más apoyo a la ciencia, “como motor en el país del desarrollo sustentable, soberanía e independencia tecnológica” e impulso a la formación científica y humanística de niños y jóvenes.

—¿Su gobierno está divorciado de ciencia y academia? —se le preguntó.

—Nosotros estamos apoyando la educación en todos los niveles de escolaridad y desde luego lo que tiene que ver con el desarrollo científico, tecnológico, y a los investigadores, a los que se dedican a las ciencias, en general se apoya.

La percepción de divorcio se origina, dijo, por el cambio de política en estos temas.

—Existe la impresión de que la directora del Conacyt (María Elena Álvarez-Buylla) no lo está ayudando mucho a acercarse a estos investigadores preocupados por compartir sus conocimientos a la niñez y juventud —se le comentó.

—Le tengo absoluta confianza a la directora del Conacyt, es investigadora del más alto nivel, así como los que posiblemente estuvieron ayer (en el Premio Crónica), es Premio Nacional de Ciencias, ni modo que se lo hayan entregado por razones políticas.

“Había excesos, abusos y corrupción en el Conacyt y ella puso orden y se creó este mal ambiente”, apuntó.

Confió en que los científicos, como cualquier ciudadano, cuando reciban información “lleguen a entender las cosas, a comprenderlas, porque también eso hay que tomar en cuenta: es tan inteligente un campesino, como un científico, porque se piensa que el nivel académico es lo que da la inteligencia, pero hay veces que son eminencias y al mismo tiempo son neófitos en cuestiones sociales o políticas”.

“Si leen un periódico de la prensa conservadora de que se está afectando a los científicos, por muy inteligentes que sean, pueden creerlo y tragárselo”.

—¿No es cierto, entonces?, ¿usted les tiende la mano?

—No es cierto, nada. Me ha tocado ver gente que supuestamente está muy bien informada… con todo respeto, no los estoy comparando a ellos, pero los que llevaron a México al desastre: todos casi científicos, graduados en universidades del extranjero, doctores, y miren cómo está el país. Entonces, no significa que una persona esté completamente informada y no sea susceptible de manipulación. Hay mucha gente desinformada, conservadora…

Aludió a la campaña en su contra: “¿Cómo fue la campaña? Un peligro para México. El finado Monsiváis decía que una trabajadora doméstica comentaba: Yo no quiero a López Obrador. Y por qué, le preguntaba. Porque va a ser tremendo, se va a caer la bolsa, respondía ella. Es el bombardeo”.

La fórmula de la reconciliación, apuntó, será “informar e informar, y ser respetuosos, porque también no podemos esperar que todos estén con nosotros, no puede haber pensamiento único, tiene que haber oposición”.

—Pero se esperaría que los científicos trabajen junto con su gobierno…

—No necesariamente. Es el caso de los intelectuales, no estuvieron con Madero, sino con Porfirio Díaz y luego con Huerta, y los intelectuales de nuestro tiempo lo mismo. El hecho de tener un nivel académico no significa que van a tener una actitud cívica o conciencia de lo importante de un cambio, de una transformación. Por eso se requiere una auténtica reforma educativa.

Y así resumió el asunto: “¿Para qué quiero un científico que aprende y que es una eminencia en hacer una bomba atómica para destruir? Yo quiero, antes que nada, un buen ser humano, un buen ciudadano y de ahí la ciencia, pero el tronco común tiene que ser siempre lo social, lo humano”.

Pidió además no confundir educación con cultura: “La cultura es mucho más que la educación. El ejemplo lo tenemos aquí, si se fuese por grados académicos, puro doctor en Economía, hasta en Harvard y miren. La peor época de toda la historia de México en cuanto a corrupción fue la que padecimos con gobiernos manejados por profesionales graduados en universidades del extranjero, de las más famosas”.