Los manifestantes pro democráticos de Hong Kong llevaron este domingo sus protestas a diversos centros comerciales, alargando así, un fin de semana más, el desafío a las autoridades locales, acusadas de estar al servicio del régimen comunista de Pekín.

Las protestas, que comenzaron de forma pacífica entonando eslóganes y cánticos, se convirtieron en un caos a medida que avanzaba la tarde.

Cerca de las 18:00 hora local, agentes antidisturbios lanzaron gas lacrimógeno y balas de goma en el centro comercial New Town Plaza, donde fue profanada y arrojada al mar una bandera china.

Las tiendas del New Town Plaza operadas por empresas con vínculos con la China continental o consideradas cercanas al Gobierno y a la Policía, como Huawei, cerraron sus puertas antes de ser vandalizadas por los manifestantes, que pintaros esvásticas nazis en el suelo junto a pegatinas de la bandera china.

Hong Kong vivió así su decimosexto fin de semana consecutivo de protestas antigubernamentales, originadas por un polémico proyecto de ley de extradición que permitiría entregar a sospechosos a otras jurisdicciones sin acuerdo previo, como la China continental. La jefa del Gobierno de la ciudad, Carrie Lam, retiró oficialmente el proyecto el pasado día 4, pero para entonces las protestas se habían ampliado a otras reclamaciones relacionadas con un mayor grado de democracia en esta ciudad semiautónoma china.