El Parlamento británico rechazó de nuevo este martes, por una amplia mayoría, el acuerdo del brexit, un escenario que aumenta las posibilidades de que el Reino Unido o bien abandone la Unión Europea (UE) el próximo día 29 de manera no negociada o bien solicite una ampliación de ese plazo.

Las garantías adicionales sobre la controvertida salvaguarda para la frontera norirlandesa que obtuvo de la UE esta semana la primera ministra, la conservadora Theresa May, no fueron suficientes para convencer a la facción euroescéptica de su propio partido ni a sus socios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP).

Así, la Cámara de los Comunes tumbó el nuevo acuerdo con Bruselas por 391 votos en contra por 242 a favor, una amplia diferencia de 149 votos. La derrota, aunque fue menos dura que la de enero, cuando el Parlamento tumbó el primer acuerdo con la UE por 230 votos de diferencia, supone un nuevo golpe para May.

El resultado mantiene intactas las dudas que existen sobre la capacidad del gobierno conservador británico para lograr que suficientes diputados cambien de opinión y, en las dos semanas que faltan hasta la fecha marcada para la salida de Reino Unido de la UE, avalen algún plan que presente May.

VOTACIÓN HOY. Ante el rechazo de ayer, el Parlamento en Londres votará hoy si quiere que el Reino Unido abandone la UE el 29 de marzo sin un acuerdo, un escenario considerado casi catastrófico por multitud de analistas. Otras votaciones han demostrado que no existe una mayoría parlamentaria para esa opción, por lo que previsiblemente será descartada.

La mandataria conservadora adelantó que otorgará libertad de voto a sus diputados este miércoles, con lo que alejó el temor a que las críticas por parte de una u otra facción de los conservadores precipiten una nueva oleada de dimisiones entre diputados de la formación.

Y si el Parlamento desecha también un brexit sin acuerdo, May se ha comprometido a convocar el jueves una nueva votación, esta vez para preguntar a los diputados si quieren solicitar a Bruselas una prórroga al plazo de salida, una petición que luego deberían aprobar los 27 Estados miembros restantes de la Unión.

EXIGIRÁN JUSTIFICACIÓN. Si este escenario se materializara, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha advertido de que Londres deberá aportar una “justificación razonable” para pedir la extensión en el plazo.

EL CONFLICTO NORIRLANDÉS. Los euroescépticos temen que la salvaguarda acordada con la UE, diseñada para evitar controles fronterizos entre Irlanda del Norte e Irlanda, mantenga al Reino Unido integrado en las estructuras comunitarias por años.

Bruselas defiende que dicha cláusula es esencial para proteger la integridad del mercado único y preservar los acuerdos de paz que se firmaron en 1998, que establecen que no habrá una frontera entre ambas Irlandas.