Cultura

Me hace falta esa calidez que genera la magia de tocar en vivo: Saúl Bitrán

Entrevista: Hace unos días realizamos un concierto en Estados Unidos y fue el primero desde febrero pasado, con poco público y sana distancia. No imaginas la emoción que sentí al tocar para la gente y la retroalimentación. Esa calidez, el aplauso, todo aquello que antes dábamos por sentado, ahora lo valoro mucho, añade el violinista

Me hace falta esa calidez que genera la magia de tocar en vivo: Saúl Bitrán

Me hace falta esa calidez que genera la magia de tocar en vivo: Saúl Bitrán

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

De los conciertos en vivo me hace falta todo: los estornudos de la gente, su plática, el aplauso, sus gritos, pero sobre todo el comulgar con el público, con los colegas músicos…, esa calidez que sólo genera la magia de tocar en vivo, dice Saúl Bitrán, integrante del Cuarteto Latinomericano.

En entrevista telefónica desde Florida, EU, el violinista habla del reciente video que grabó en vivo la agrupación en un estudio con la obra Cuarteto de cuerdas núm. 3, del compositor cubano Leo Brouwer.

“Es un proyecto que había soñado durante muchos años, tanto por la calidad de la pieza de Leo, como por la idea de tener un video de alta calidad en vivo de la mejor música latinoamericana de un compositor vivo”.

Tenemos muchos videos de conciertos, pero no teníamos ninguna grabación en vivo realizada en estudio con las más altas tecnologías. Eso fue precisamente lo que le sugerimos a URTEXT Digital Classics y Marisa canales, y este registro es el resultado que se puede ver y escuchar en la página de URTEXT, en YouTube y en el canal del Cuarteto Latinoamericano.

Marisa Canales explica la esencia de este proceso: “Desde hace años el Cuarteto toca la obra maravillosa de Brouwer, con quien tiene una relación personal, de ahí su experiencia y destreza en la interpretación. Todo lo demás ronda y perfecciona con delicadeza los lineamientos estéticos. El interés general es el arte como único camino hacia la excelencia”.

— ¿Esta obra de Brower qué nos evoca, a dónde nos lleva?

— Es correcta la palabra evocación, porque Leo es un compositor muy evocativo. Si bien utiliza las técnicas contemporáneas para crear su música, el contenido que logra es muy mágico, poético y, sobre todo, conectado a la cultura afrocaribeña, la cubana en específico.

De manera muy sutil, el maestro Brower utiliza ritmos provenientes de sones, de música afrocubana, muchos efectos de percusión y trata que los instrumentos de cuerda busquen imitar efectos de bongoes. También tiene partes lentas y contemplativas y, en mi opinión, tiene un aire nostálgico cubano, aunque no muy explícito por ser música muy sofisticada, pero dentro de una bruma sonora oigo claramente la música cubana.

A Saúl Bitrán se le pregunta por qué es tan importante tocar la obra de Brouwer y de los compositores latinoamericanos vivos, y responde que afortunadamente Leo es una figura reconocida, más en el mundo de los guitarristas donde su figura es admirada y reverenciada. Sin embargo, en el grupo de los músicos de concierto latinoamericano, ni a él ni otros los tocamos los suficiente.

“Es triste porque Brouwer es un puente entre la generación de los compositores nacionalistas que ya no están con nosotros como el brasileño Heitor Villa-Lobos y Silvestre Revueltas y las generaciones modernas de los nuevos compositores latinoamericanos que están buscando un lenguaje, que están preguntándose a dónde pertenecemos, si nuestra música debe sonar con un sello local o no. Creo que el maestro Brouwer sintetiza estas preguntas de manera magistral, porque aun cuando se inserta en la tradición contemporánea internacional de la música de concierto, su tratamiento de la música tiene ese sello local sin contradicciones. Esa es la manera correcta de un compositor hoy en día, de tender esos puentes a su propia nacionalidad sin dejar de ver las tendencias internacionales de la música”.

— Hablando de conciertos, ¿qué es lo que más valora, evoca o le hace falta de éstos?

— Los conciertos y todo lo que hay en su entorno es lo que más falta me hace: los estornudos y los gritos de la gente…. Hace unos días realizamos un concierto en Estados Unidos y fue el primero desde febrero pasado, con poco público y sana distancia. No imaginas la emoción que sentí al tocar para la gente y la retroalimentación. Esa calidez, el aplauso, todo aquello que antes dábamos por sentado, ahora lo valoro mucho y cuando regresemos a los escenarios nunca dejaré de recordar lo maravilloso y la suerte que tengo de poder comulgar con el público que va a escuchar, el estar con los colegas músicos, en ese momento mágico que es un concierto.

Esta pandemia nos enseña muchas cosas, se le comenta a Saúl y la pregunta siguiente es: ¡cómo visualizas el futuro de los conciertos? Y responde: “No soy tan optimista. Creo que va a tardar tiempo hasta que el público se sienta seguro, porque por más vacunados que estemos, la idea de estar dos horas apretados en una sala de conciertos, donde los asistentes tosen o gritan, va a tardar un par de años hasta que la gente regrese en masa a los conciertos”.

Por otro lado, añade Saúl Bitrán, se van a revalorar muchas de las costumbres existentes en torno a la música de concierto. Va a cambiar la perspectiva y si la gente realmente se emociona durante un concierto en vivo, no hay duda de que se va a brincar todas las etiquetas y costumbres- Y yo soy partidario de que la gente exprese lo que siente en el momento.