Metrópoli

“¿Me sentiría más segura trayendo un táser? Realmente no”

Jóvenes entrevistadas por Crónica ven con buenos ojos que autoridades analicen el uso de estos artefactos, pero... “no me sentiría más segura”

Jóvenes entrevistadas por Crónica ven con buenos ojos que autoridades analicen el uso de estos artefactos, pero... “no me sentiría más segura”

“¿Me sentiría más segura trayendo un táser? Realmente no”

“¿Me sentiría más segura trayendo un táser? Realmente no”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Mujeres capitalinas, al ser cuestionadas, se dicen de acuerdo con que se apruebe una ley que permita uso de gas pimienta y táser como herramientas de defensa personal; pero ven en esto un tema complicado, que podría volverse “un arma de doble filo”. Algunas de ellas dicen que dicha legislación debe de ir acompañada de una estricta regulación para evitar que se vuelva contraproducente.

Crónica comentó el asunto con una cincuentena de jóvenes de entre 20 y 30 años, que viven en las alcaldías Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Iztacalco, Venustiano Carranza y Tláhuac y aunque los puntos de vista tienden a coincidir en la despenalización de estos dispositivos, la mayoría dijo que aunque tuvieran en su poder alguna de estas herramientas, no lograrían sentirse totalmente seguras.

Úrsula, de 27 años, considera que tanto el gas pimienta como el táser representan un arma de doble filo, ya que su uso podría generar daños en el agresor y esto podría ser usado para victimizarlo, por lo que menciona que “tendría que existir la regulación de estos artefactos, para que no resulten contraproducentes”.

Y agregó: “Personalmente te digo que en la Ciudad de México las mujeres siempre salimos con la incertidumbre de lo que nos pueda suceder, por lo que considero que traer un artículo de defensa como éstos, me haría sentir un poco más segura ante algún abuso, pero aun así continuaría sintiéndome vulnerable”.

Por otra parte, Lilian vive en la Venustiano Carranza desde hace siete años y piensa que es una decisión que necesita ser bien planeada y evaluada por las autoridades para saber si realmente es necesaria y viable, pues comenta que “podría haber ciudadanos que hagan mal uso de ellos, entonces tienen que existir filtros y requisitos para poder adquirir y portar este tipo de armas de defensa”.

Frida, quien vive en el límite entre la Ciudad de México y el municipio de Tlalnepantla, explica que desde su punto de vista, más que aprobarla le parecería más correcto que el portarla no fuera penado, ya que “al aprobarla cualquier persona puede hacer uso del gas pimienta, y al despenalizarlo podría verse según los casos y no ser castigado en su uso como defensa personal”.

“¿Me sentiría más segura? No realmente. Pues tener un objeto con el cual me podría defender no garantiza para nada la seguridad. La violencia seguirá existiendo”, añadió.

Las opiniones resultaron diversas al preguntarles a las jóvenes cuál de esas dos herramientas preferirían utilizar, ya que en ese rubro el cincuenta por ciento preferiría adquirir un táser y el otro cincuenta comprar un gas pimienta. Las mujeres que comprarían un táser, como Alessandra de 24 años, consideran que con esta arma de defensa “puedes inmovilizar a tu agresor y tener más tiempo de huir”; mientras que otras, como Carla, de 21 años, preferirían usar el gas pimienta para evitar lesiones y consecuencias físicas más graves en el agresor.