Nacional

“Como médico, el tratar de ayudar te lleva a arriesgar tu propia vida”

Eduardo, médico cirujano desde hace más de 30 años y egresado del IPN, narra el origen de esta experiencia que lo tiene en aislamiento de su familia en su propia casa, donde tiene su consultorio particular en la colonia Olímpica, en el municipio de Ecatepec. Don Omar de 70 años, paciente al que atendía desde hace más de 15 años y que al llegar a su domicilio me percaté mostraba signos de agonía por falta de oxígeno en sus pulmones, comencé a darle respiración de boca a boca para hacerle llegar aire mientras pedía a la familia lo ayudaran a trasladarlo a la clínica 196 del IMSS donde fue ingresado y tras 6 horas les informaron de su muerte.

El doctor Eduardo, quien desde el pasado 23 de mayo cumple con una cuarentena obligada para descartar cualquier síntoma de coronavirus.

“Como médico, el tratar de ayudar  te lleva a arriesgar tu propia vida”

“Como médico, el tratar de ayudar te lleva a arriesgar tu propia vida”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

“Como médico, el instinto de supervivencia y de ayudar muchas veces te lleva a arriesgar tu propia vida para salvar otra, pues es tu obligación. Ahora estoy en casa cumpliendo un aislamiento obligado al haber estado con un paciente que lamentablemente murió de neumonía atípica, con síntomas del COVID y espero pronto descartar cualquier contagio y reanudar mis actividades”, compartió vía telefónica con Crónica el doctor Eduardo, quien desde el pasado 23 de mayo cumple con una cuarentena obligada para descartar cualquier síntoma de coronavirus.

Médico cirujano desde hace más de 30 años y egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el médico narra el origen de esta experiencia que lo tiene en completo aislamiento de su familia en su propia casa, donde tiene su consultorio particular en la colonia Olímpica, en el municipio de Ecatepec.

“Hace poco más de 20 días don Omar, un paciente de más de 70 años con problemas de diabetes e hipertensión y que me consideraba su médico de cabecera, me llamó para hacerle una visita de rutina pues se quejaba de algunas molestias en la garganta y pecho. Acudí y efectivamente presentaba síntomas de una faringitis y al checar con el estetoscopio su nivel de respiración pulmonar detecté problemas al momento en que jalaba aire. Le receté algunos antibióticos dado su estado de diabetes y mostró mejoría en los días siguientes”.

El especialista nunca imaginó que el pasado 23 de mayo su vida daría un giro de 360 grados al volver a atender a su paciente.

“El viernes 22 de mayo familiares de Don Omar me llamaron pasadas las 10 de la mañana, ya que me indicaban que el jefe de esta familia al parecer habría sufrido un ataque a sus vías respiratorias y tenía dificultad para jalar aire. Como el domicilio de Don Omar no está lejos me llevé mi maletín y de inmediato noté la desesperación en su rostro para jalar aire, ya casi inconsciente. Comencé a darle masaje pulmonar y revisé su garganta, donde me percaté que la faringe estaba casi completamente cerrada y comencé a darle respiración de boca a boca para hacerle llegar aire mientras reaccionaba”.

El doctor Eduardo dice que al ver que su paciente mostraba signos de agonía por falta de oxígeno en sus pulmones pidió a la familia lo ayudarán a trasladarlo a la clínica 196 del IMSS, ubicada sobre la avenida Central, en el mismo municipio, para que le dieran atención de urgencia y lo reanimarán, ya que él no contaba con el equipo para ello, por lo que únicamente colocó un tubo endotraqueal para proporcionarle aire en lo que llegaban al hospital.

“En menos de 10 minutos ya estábamos en el hospital, donde dada la emergencia le brindaron la atención inmediata. Pasaron poco más de seis horas hasta que recibimos noticias y nos informaron que Don Omar llegó muerto a la clínica y los intentos para reanimarlo fueron infructuosos. A la familia le entregaron el certificado de defunción donde indicaba neumonía atípica como causa de la muerte. Uno de los familiares preguntó si eso significaba que fue por coronavirus y si le habían hecho la prueba para confirmarlo, y le indicaron que los síntomas, fiebre alta y bloqueo de las vías respiratorias son algunos síntomas del COVID, pero la prueba no la podían hacer ya que es sólo para pacientes vivos”.

Tras conocer la noticia del deceso de su paciente, al que atendió por más de 15 años, el doctor Eduardo ofreció su ayuda a la familia por si necesitaban alguna asistencia médica, pero mientras los parientes de Don Omar aguardaron hasta la entrega del cuerpo, el médico cirujano se retiró a su casa e informó a sus familiares (hermanos, cuñadas y sobrinos que viven con él), que dada la situación se pondría en aislamiento para descartar cualquier contagio de COVID.

“El mismo día 23 me aislé en mi recámara, donde afortunadamente tengo baño propio, una computadora, TV y libros. Mi familia ayuda mucho, me deja la comida en una cómoda que está en la entrada de mi recámara y o que necesite. Hasta el momento no he tenido ningún síntoma que podría decirse que fuera COVID. Trató de mantenerme ocupado en mis cosas y no sugestionarme con tantas cosas. Incluso no veo noticias para no darme una falsa idea de algún posible síntoma”.

Aunque el doctor Eduardo asegura ser muy alegre y convivir con sus pacientes como si fueran sus amigos, ya que, a muchos, dice, los atiende desde hace más de una década, pidió a sus familiares que si van a buscarlo simplemente les digan que está indispuesto y que no podrá darles la atención hasta nuevo aviso, pero sin dar detalles de nada.

“He estado en contacto con algunos colegas médicos del Hospital Siglo XXI y de La Raza y me han dicho que lo tome con calma, que haga mis cosas normales en aislamiento y que cualquier cosa que yo perciba como fiebre alta, molestias para respirar y dolor de garganta les avise de inmediato para enviar un equipo para traslado y atención en caso de que sea SARS-Cov-2. Otro amigo que es médico pero especialista en medicina alternativa me recomendó unos tés con canela, ajo y jengibre para ayudarme a mantener despejadas mías vías respiratorias y así lo he hecho”.

Sin entrar en pánico dada la situación, el doctor asegura que ha pasado ya una semana desde que inició su cuarentena en casa y se siente bien, sin molestia alguna y agradece a su familia por estar con él en esta situación delicada.

“Mis hermanos, mis cuñadas y mis sobrinos son parte importante para mí, ya que aunque estoy aislado en la casa, estamos en comunicación por el chat el teléfono celular o en videoconferencia platicamos todos. Si necesito algo como agua, el té o cuando me avisan que ya está la comida en la cómoda me informan por el chat y salgo por lo que me llevan sin exponerlos a algún contagio. Incluso para la limpieza de mi recámara me dejan en la puerta una cubeta con agua y cloro y el trapeador. Algunas franelas con agua, jabón y cloro y también les avisó cuando ya están las cosas que desocupé para que las retiren.”

Finalmente, señaló que a nadie le desea lo que él está pasando en este momento. “Esto me pasó a mí, pero cualquier médico, enfermero o enfermera e incluso las personas que hacen la limpieza en las clínicas y hospitales están en riesgo del contagio, pero no valoramos lo que estamos pasando hasta que no lo vivimos como en mi caso, por lo que espero pronto dejar este aislamiento y hacerle ver a mis pacientes que con este virus no se debe vacilar y se debe cada uno cuidarse a consciencia”.

havh