Opinión

Melania, enigmática e indescifrable

Melania, enigmática  e indescifrable

Melania, enigmática e indescifrable

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Tres años después de que Donald Trump llegó a la Casa Blanca y cuando se sabe todo sobre el Presidente, incluso sus mentiras, ilegalidades, fobias y manías, su esposa Melania continúa siendo el gran enigma y la más privada y reclusiva de las Primeras Damas que ha tenido este país.

Con excepción de Bess, la esposa de Harry Truman, que viajaba a su pueblo en Missouri cada que podía, nunca, ninguna Primera Dama mostró más indiferencia a su papel que la señora Trump, quien ha preferido mantenerse lejos de los escándalos que han plagado a esta administración. Tiene escasos amigos en Washington, se le ve poco en público, no hace declaraciones y fuera de que viaja a Nueva York al menos dos veces al mes para visitar a su estilista, el resto del tiempo lo pasa dedicada a su hijo Barron, de 14 años de edad y tratando, dicen, de que el Presidente coma más sano.

Con un equipo de trabajo integrado por diez personas, mucho menos de los 25 que estaban bajo las órdenes de Michelle Obama o Laura Bush, nunca una Primera Dama pareció más incómoda en su papel, que Melania Trump.

Actualmente, con el mandatario en plena campaña reelectoral, sus seguidores ven en Melania cualidades que el marido menciona, mientras para sus críticos, ella no es más que una cómplice encerrada en una jaula dorada. Pero en realidad no se sabe mucho de ella, es una figura que sólo se ve y habla ocasionalmente para otra vez desaparecer por largo tiempo.

Teorías, rumores, dimes y diretes abundan sobre ella pero nadie en realidad puede asegurar algo sobre esta bella mujer de 48 años de edad. La segunda Primera Dama en la historia de Estados Unidos que no nació aquí, la única que creció en un país comunista. La primera que habla a la perfección cuatro idiomas, la única que no se mudó a la Casa Blanca inmediatamente, luego de que el marido tomó posesión. Pero también la única que ha posado desnuda y la que, irónicamente, más celosamente ha guardado su privacidad.

Con la excepción de los Clinton, no ha habido una pareja en la Casa Blanca más complicada que la de Melania y Donald Trump, después de todo ella es la esposa de un presidente que ha dicho públicamente que le dio una semana después de dar a luz, para bajar el peso que subió en el embarazo, y uno que la ha puesto en la incómoda situación de tener que defenderlo, aun luego de que él hizo alarde de manosear las partes íntimas de otras mujeres.

Un nuevo libro Free, Melania, aún sin título en español, escrito por la periodista Kate Bennett de la cadena de televisión CNN, una biografía no autorizada y para la que nunca fue entrevistada, hace jugosas revelaciones sobre su vida, al parecer resultado del tiempo que la autora ha pasado reporteando y cubriendo sus viajes y actividades.

El libro dice que todo lo que Melania hace es pensado y tiene un propósito, incluso su ropa. Según ella, cuando la pareja tiene problemas, la Primera Dama usa pantalón, una prenda que a Trump le disgusta porque la quiere ver siempre con vestidos apretados y sexys.

Relata también que la tan comentada estancia de Melania en un hospital fue algo serio, una enfermedad del riñón y no una cirugía plástica como se rumoró. Dice que la relación entre ella e Ivanka Trump, la hija mayor y asistente especial del gobernante, es distante y bastante fría.

Asegura que la pareja duerme en habitaciones separadas, él en la alcoba principal del segundo piso, a la que le pone candado; mientras ella tiene su recámara en el tercero, donde también está su gimnasio y cuarto de maquillaje. Esto termina con la teoría nunca probada, de que la Primera Dama vivía fuera de la Casa Blanca.

Aun así, hay quienes insisten en que los Trump se llevan bien y se gustan uno al otro y abundan quienes aseguran que Melania es la única voz que él escucha y quien más influencia tiene en el mandatario. De ser cierto, resulta entonces difícil de entender cómo es que una mujer que inmigró en busca de mejor futuro a los Estados Unidos, trajo luego a sus padres y los hizo ciudadanos, permanece inmune y en silencio ante la actitud del esposo que intenta cerrar la frontera, ha separado familias y enjaulado a miles de menores.

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