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México adopta tecnología para fortalecer seguridad alimentaria

Reportaje. Junto con universidades, el gobierno desarrolla e implementa versiones mexicanas del Sistema de Índice de Estrés Hídrico (ASIS) y del Sistema de Monitoreo y Análisis de Precios (FMPA), herramientas creadas originalmente por la ONU

Reportaje. Junto con universidades, el gobierno desarrolla e implementa versiones mexicanas del Sistema de Índice de Estrés Hídrico (ASIS) y del Sistema de Monitoreo y Análisis de Precios (FMPA), herramientas creadas originalmente por la ONU

México adopta tecnología para fortalecer seguridad alimentaria

México adopta tecnología para fortalecer seguridad alimentaria

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El gobierno de México, junto con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), además de universidades, empresarios y consejos estatales de ciencia, desarrollan y adoptan nuevas tecnologías de información para contar con datos oportunos sobre la manera como el clima impacta la seguridad alimentaria; sobre los cambios en precios de productos animales y vegetales por diferentes variables del mercado, así como los datos en tiempo real de la evolución de algunas parcelas o sembradíos.

Hace dos semanas, la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca), que forma parte de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader)  presentó, junto con la FAO, los avances en la construcción de las versiones mexicanas de dos herramientas creadas por la ONU hace cinco años: el Sistema de Índice de Estrés Hídrico (ASIS o Agricultura Stress Index System) y del Sistema de Monitoreo y Análisis de Precios (FMPA o Food Price Monitoring Analysis). Ambos sistemas ahora pueden ser alimentados con datos específicos para México y auxiliar a los productores, autoridades y comercializadores.

A estas herramientas globales se suma el trabajo que realizan desde hace cuatro años consejos estatales de ciencia y tecnología en Estado de México, Jalisco y Querétaro, así como la Fundación México-Estados Unidos para el avance de la Ciencia (FUMEC) y la empresa de tecnología Microsoft para ayudar a que empiece a usarse internet de las cosas en el cultivo de alimentos en México.

ESTRÉS DE AGUA. El sistema ASIS fue desarrollado desde 2015 por el Sistema de Alerta e Información Global de la FAO, junto con la División de Clima, Energía y Tenencia de la Tierra de esa misma institución multinacional.  Su meta es la detección de zonas agrícolas con alta probabilidad de estrés de agua como una eventual sequía global, regional o a nivel nacional.

Mediante el control de índices de vegetación en las áreas de cultivo global durante la temporada de crecimiento, ASIS puede detectar “puntos calientes” del mundo donde los cultivos pueden verse afectados por la sequía.

ASIS permite a los países ajustar los parámetros de este sistema a partir de mapas de uso de tierra, detallado, y estadísticas de cultivo nacional. A nivel país, ASIS puede utilizarse en el desarrollo de un índice basado en la detección remota para seguro de cosechas.

El sistema agrícola de índice de estrés (ASIS) se basa en la medición, cada 10 días, vía satélite, de los datos de temperatura superficial de vegetación y tierra por medio del sensor METOP AVHRR con una resolución de 1 kilómetro cuadrado.

De este modo, ASIS usa como indicador principal el índice de salud de la vegetación, desarrollado desde un centro de aplicaciones de los satélites. Este índice se ha aplicado con éxito en diferentes condiciones ambientales alrededor del mundo, incluyendo Asia, África, Europa, América del norte y América del sur.

MONITOR DE PRECIOS. Otro proyecto de la FAO que fue creado originalmente para uso global, pero que se está adaptando a México es el FPMA, que es un sistema, en línea, de concentración de información de precios en diferentes regiones, que emite un boletín mensual pero colecta información semanalmente y, en algunos cultivos, diariamente. Este sistema no sólo evalúa datos como el costo de los productos en sus mercados finales, sino que también mide el valor de los subsidios que diferentes gobiernos entregan a sus agricultores para poder así conocer la calidad de vida de los productores.

Uno de los ejemplos recientes del uso de este sistema fue el documentar cómo se fue recuperando la agricultura de Uganda después de una de las sequías más graves de la historia. Estos datos no sólo ayudaron a los tomadores de decisiones a saber cómo ayudar a los agricultores devastados por la pérdida de cultivos, también ayudó a los órganos de salud pública de la ONU a saber en qué regiones de ese país africano aumentó el problema de la desnutrición infantil por el aumento del precio de productos.

Algunos de los cultivos en los que más se enfoca la colecta y análisis de datos del FMPA son los cultivos de granos básicos como el maíz, arroz y trigo, pero en México se planea usar en muchos otros campos de producción agrícola, incluyendo frutales, hortalizas y productos ganaderos.

INFORMACIÓN PÚBLICA. El trabajo que realizan juntos Aserca, del gobierno mexicano, y la FAO tiene como objetivo más importante dotar a México de tecnologías aplicadas para que se pueda convertir en una práctica cotidiana el uso de sistemas públicos de información para alcanzar la seguridad alimentaria del país.

México y las naciones de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) son vulnerables a los efectos del cambio climático, fenómeno que en México podría generar la caída de la producción de maíz hasta en 27 por ciento para 2050, de acuerdo con pronósticos del Banco Mundial.

“De ahí la necesidad de diseñar acciones de política pública que —además de atender las emergencias— se enfoquen también en mecanismos preventivos y de alerta temprana que estimen los efectos del clima en la agricultura, como la producción, rendimientos y evolución de los cultivos y contribuyan a reducir la vulnerabilidad en la producción agroalimentaria y sus secuelas en la seguridad alimentaria, la volatilidad de precios y en el ordenamiento eficiente de mercados. Se trata de instrumentos que también ayudarán a lograr la meta planteada por el Gobierno de México en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024“, explicó el director en jefe de la Aserca, Arturo Puente González, durante la sesión con la FAO para revisar los avances de esta nueva estrategia.

El funcionario indicó que estas herramientas son fundamentales para la toma de decisiones en la producción y comercialización de productos agropecuarios, que serán utilizados por la Sader para poder cumplir con el objetivo establecido por la FAO, a través del Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre al año 2025. Además, el planteamiento es importante porque beneficiará especialmente a los productores en su toma de decisiones.

En el mismo encuentro, el representante de la FAO en México, Crispim Moreira, indicó que Aserca es un actor importante dentro de la red de instituciones públicas que trabajan en coordinación con el organismo internacional porque su trabajo ayuda a avanzar en las acciones para garantizar la seguridad alimentaria en la región.

“Con el uso de estos nuevos instrumentos México consolidará su liderazgo mundial en materia de producción agroalimentaria”, dijo el funcionario de la ONU.

CULTIVOS CON INTERNET. Además del uso de tecnologías de la información a nivel de gobierno y organismos multilaterales, en México también comienza a usarse el internet en algunos estados como una herramienta que permita vigilar mejor los cultivos y sobre todo tener un ojo puesto en las variables que pueden determinar el éxito o fracaso de unidades de producción, como la disponibilidad de agua, cambios importantes de temperatura, aplicación de nutrientes adicionales o control de plagas.

El internet de las cosas propone conectar objetos y herramientas de uso cotidiano a internet y así se podría recibir y procesar mucha información útil para la toma de decisiones. En el caso específico de la producción de alimentos en México se sugiere conectar a internet equipos que ya existen y que se usan en las zonas de producción para medir variables que afectan la producción, por ejemplo temperatura, humedad, cantidad de radiación solar y acidez del agua.

Los dispositivos que colectan información en campo o en las diferentes fases de transformación agroindustrial pueden ser concentrados en computadoras que sugieren acciones para reducir la merma que se sufre en todo proceso de siembra, cultivo, cosecha y transformación de productos del campo.

CRECIMIENTO PRODUCTIVO. Hace tres años, en abril de 2016,  la compañía de tecnología Microsoft, junto a la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC) y el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (Comecyt) realizaron un análisis sobre el impacto que tendría en la agricultura mexicana la adopción de nuevos sistemas de manejo de información conocidos como el Internet de las Cosas, y concluyeron que la producción agroindustrial podría crecer hasta 30 por ciento y los costos de producción reducirse 25 por ciento si se adoptan estos sistemas.

En agosto de 2018 la Organización Mundial de Comercio (OMC) dio a conocer que México ocupa el lugar número 12 a nivel mundial en exportación de alimentos frescos y es el cuarto productor mundial de alimentos orgánicos. En detalle: México es número uno a nivel internacional en exportación de aguacate y jitomate; es número tres en exportación de pepino y su exportación de ajo y cebolla también ha crecido. Anualmente las ventas de vegetales y carnes de México hacia otros países generan ingresos por 25 mil millones de dólares.

De acuerdo con Armando Blanco, experto en internet de las cosas (IoT por su sigla en inglés) de Microsoft, la agroindustria tiene una gran oportunidad de crecimiento si se aprovechan los datos duros que ésta genera. El potencial de desarrollo de empresas en esta industria es de hasta 30 por ciento, pues más de 80 por ciento de las empresas agroindustriales no aprovechan el interés de las cosas.

Los avances en internet de las cosas ha generado mucho interés entre empresas agroindustriales pequeñas y medianas que pueden mejorar su crecimiento si adoptan nuevas tecnologías para la producción, de acuerdo con algunos datos recabados por FUMEC, Comecyt y Microsoft.

Armando Blanco señaló que el IoT  permite medir, mediante sensores, muchos factores que pueden ser monitoreados a distancia a través de una computadora, teléfono o tablet. Esto puede generar ahorros de hasta 25 por ciento.

A nivel de estados hay gobierno, como el de Jalisco, que rápidamente han implementado sistemas de producción de alimentos con internet de las cosas. En 2016 se creó en ese estado el  Centro de Innovación en Internet de las Cosas (CIIOT) con una inversión inicial de 50 millones de pesos. Este centro ha tenido mucho énfasis en el trabajo de producción de alimentos y fue apoyado por el Fondo Mixto CONACYT-Gobierno del Estado de Jalisco, bajo un consorcio conformado por el Tecnológico de Monterrey Campus Guadalajara, el Cinvestav y el Instituto Tecnológico Mario Molina Campus Zapopan. Adicionalmente, en el Bajío ha sido la Universidad Tecnológica de Querétaro una de las que más ha participado en el impulso y difusión de estas nuevas tecnologías.

De acuerdo con la estimación de Grupo Fagro, empresa apoyada por FUMEC, dentro de 30 años habrá más de 9 mil millones de habitantes en el planeta, por lo que abastecer de comida a tal volumen requerirá un aumento de 70 por ciento de la producción actual de alimentos. México juega un papel muy importante en ese sentido, pues, según la FAO, Latinoamérica es clave en la materia, ya que esta región deberá producir 50 por ciento del incremento en la demanda global de alimentos.