Cultura

México sigue siendo el patio trasero de EU: Valeria Luiselli

CONFERENCIA. Valeria Luiselli señaló que a la comunidad española, México le abrió las puertas, al igual que a los migrantes del Cono Sur de América, “pero los centroamericanos y haitianos no parecen tener la misma posibilidad. Es una gran hipocresía. En el fondo de esto hay un racismo”.

CONFERENCIA. Valeria Luiselli señaló que a la comunidad española, México le abrió las puertas, al igual que a los migrantes del Cono Sur de América, “pero los centroamericanos y haitianos no parecen tener la misma posibilidad. Es una gran hipocresía. En el fondo de esto hay un racismo”.

México sigue siendo el patio trasero de EU: Valeria Luiselli

México sigue siendo el patio trasero de EU: Valeria Luiselli

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"Creí lo que dijo el gobierno antes de estar en su sexenio: que enmarcaría los asuntos de migrantes desde el punto de vista de derechos humanos y no desde seguridad nacional —como creo que debe ser—, pero no ha sido el caso", expresó la escritora Valeria Luiselli (Ciudad de México, 1983) a propósito de su reciente novela Desierto sonoro.

La autora finalista al Premio Booker 2019 externó durante una charla con medios de comunicación que su libro aborda la migración vista como una gran épica, además de ser un relato que va contra las narrativas fundacionales de Estados Unidos.

“Hemos seguido haciéndole el juego a Estados Unidos, hemos aceptado seguir haciendo el trabajo sucio. La metáfora del patio trasero desafortunadamente sigue aplicando a la manera en que México sigue lidiando con el tema migratorio”, indicó.

Como mexicana que radica en Estados Unidos y que trabaja con la comunidad centroamericana, añadió, le avergüenza el trato que tiene México hacia esos migrantes.

“Me llena de vergüenza lo que es México para la comunidad centroamericana. En México hacemos y tenemos la apertura de aceptar exiliados y refugiados, así ha sido históricamente, pero de manera muy selectiva, como lo hace Estados Unidos, unos sí y otros no”, dijo.

Valeria Luiselli señaló que a la comunidad española, México le abrió las puertas, al igual que a los migrantes del Cono Sur de América, “pero los centroamericanos y haitianos no parecen tener la misma posibilidad. Es una gran hipocresía. En el fondo de esto hay un racismo”.

La ganadora del Premio American Book Award 2018 por su anterior novela: Los niños perdidos. Un ensayo en cuarenta preguntas, platicó que su nuevo libro lo inició en el verano de 2014.

“En ese verano estalló lo que llamaron la crisis migratoria relacionada con niños indocumentados que llegaban a pedir asilo, la crisis de refugiados dirían más adelante con más aciertos. Empecé a tomar nota de lo que decían los medios sobre la llegada a la frontera de los miles y miles de niños, fui documentando más que la migración misma, el discurso en torno a ello”, recordó.

Cuando regresó a su casa en Nueva York trabajó como traductora e intérprete de los niños migrantes ante la Corte.

“Traduje testimonios de niños, del español al inglés, con miras a conseguir abogados que los defendiesen. El gobierno de Obama era muy cruel, había reducido el número de días que tenían los niños para encontrar un abogado, de 365 que tenían pasó a 21. Entonces se necesitaban voluntarios de todo el país que hablasen español, a veces lenguas indígenas”, narró.

En ese lapso, Valeria Luiselli continuó con sus notas que serían el principio del libro Desierto sonoro, mismo que tuvo que dejar para no escribir desde el enojo.

“Al estar de cerca y ver el horror de la corte migratoria estaba escribiendo un libro ilegible, con muy poca claridad, muy encabronado, estaba simplemente transcribiendo de manera muy poco meticulosa los testimonios que escuchaba. Abandoné Desierto sonoro, escribí Los niños perdidos y después pude regresar a Desierto sonoro”.

En palabras de la autora, su novela editada por Sexto Piso está hecha desde los gestos de violencia histórica de Estados Unidos.

“En todas las recreaciones de la historia decimonónica de Estados Unidos están ausentes por completo los mexicanos y los antiguos americanos, ni siquiera aparecen como enemigos, no aparecen, es como si no hubieran estado ahí. Es la idea del movimiento de este a oeste, de un descubrimiento de un terreno vacío, aunque lo estaba, pero ése es el mito fundacional”, comentó.

LUISELLI ESCRIBIÓ SU NOVELA DESDE ESA AUSENCIA. “Esta novela se escribe contra esas narrativas, contra esos mitos fundacionales que borran y silencian. Documenta el final de un mundo, de una familia, de un Estados Unidos abandonado y en ruinas. Es una historia cruzada por otra: el viaje de siete niños a bordo de un tren con miras de llegar a un norte",  señaló.

Para Luiselli las migraciones vistas a la distancia histórica son grandes épicas. “No lo son de manera inmediata porque los medios suelen retratar el horror de la violencia inmediata de las poblaciones que migran, no se cuenta la historia como una gran épica, sino victimizando a las personas. Entonces, tomé la distancia que la tradición literaria puede brindar para escribir una historia que hace eco de la actual”, dijo.

Sobre el reconocimiento de su obra, la autora confesó que le genera una responsabilidad política y social “Sé que como una mujer mexicana, hasta cierto punto, puedo abrir espacio en la discusión de cómo son tratadas la mayoría de las personas hispanas. Estos temas no se hablaban y por eso escribí Los niños perdidos. En enero y febrero próximo daré un taller a abogados para pensar junto con ellos cómo se pueden contar las historias de casos de niños que están representando, de manera convincente a ciertos jueces”.