En los últimos días, las redes sociales han registrado diversos ataques a mujeres en varias partes del país y la Ciudad de México no ha sido la excepción por lo que ya hay infinidad de denuncias ante las autoridades correspondientes por agresiones, desapariciones e intentos de secuestros de mujeres y niñas que se han dado incluso en el interior del metro, lo que nos deja ver la escalada de la inseguridad en contra del género femenino.

Y mientras eso sucede, existen órganos como la Cámara de Diputados en donde lejos de ayudar a combatir esta situación y abonar a una vida más segura para las mujeres, la mayoría aplastante de legisladores de Morena decidieron dejar fuera del catálogo de delitos graves el feminicidio a pesar de las cifras que históricamente han etiquetado a nuestro país por ser uno de los más peligrosos del mundo para las mujeres, acción que contradice el discurso que ese partido traía en campaña y que se estructuraba de propuestas y halagos al género.

Con ello, el Poder Legislativo dejó ver una realidad que actualmente existe al interior de las cámaras, en donde los legisladores votan no por conciencia o convicción, sino de acuerdo a lo que dicta su coordinador parlamentario, de lo contrario, la comisión de Igualdad de Género en San Lázaro ya hubiera protestado por dicha atrocidad y hasta la fecha no lo ha hecho quizá porque su titular es del mismo partido y al que pertenece aquella diputada de Veracruz que propuso toque de queda para las mujeres con el fin de terminar con los feminicidios.

Lo anterior, es lamentable toda vez que los diputados no dimensionaron un problema que ha llegado hasta la Oficina de Mujeres en México de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde donde se ha emitido alerta de género por la situación que se atraviesa en nuestro país, y lo peor es que va en ascenso en todo el territorio nacional por la nula atención de algunas instituciones al problema, como el Poder Legislativo, de acuerdo con estudios del organismo.

Y es que en verdad no todos los gobiernos ni representantes populares han puesto el dedo en la llaga en la implementación de políticas públicas que beneficien exclusivamente a la mujer, tan es así, que en otros estados bajo el argumento de que “las mujeres no representan un grupo vulnerable” han desaparecido el Instituto de la Mujer como en Jalisco por poner un ejemplo.

Cosa contraria, en la Ciudad de México y concretamente en la Alcaldía de Venustiano Carranza, se abrirán las puertas de la primera Clínica de la Mujer, en donde se dará tratamiento de prevención y atención al cáncer cervicouterino, de mama y la atención materno fetal para detectar malformaciones durante el embarazo, entre otros padecimientos que por su condición afectan sólo a la mujer, por lo que dicha alcaldía, invirtió más de 26 millones de pesos, acción que deja ver que cuando se quiere, se puede, toda vez que los servicios descritos serán totalmente gratuitos lo que pone a este centro de salud como el primero no sólo en la capital sino en todo del país en la atención femenina de primer nivel.

Esta clínica es un ejemplo de que no importa en qué trinchera nos encontremos, si existe voluntad política, cualquier lugar es importante para abonar a una vida mejor, a la seguridad y sobre todo, a la implementación de medidas preventivas encaminadas a un desarrollo femenino sano y sin violencia pues la mujer lo merece, por lo que está en todos ­nosotros otorgar igualdad y garantías al género que es, y seguirá siendo, parte del progreso de nuestro país y del mundo.

Políticas como ésta y como la recientemente implementada por la policía capitalina bajo el programa “Dame la Mano” cuyo objetivo radica en que una mujer que se sienta en peligro en la calle pueda tomar de la mano a un desconocido que lleve un distintivo o listón morado, a fin de inhibir el riesgo, son acciones que por lo menos hacen sentir seguras a las mujeres de camino al trabajo o de regreso a su casa, porque así como a usted, a ellas también las esperan en su hogar.

Twitter: @julioc_moreno