Cultura

“Mi estrella es México porque es la tierra que me vio nacer”: Miguel León-Portilla

En el segundo día del Homenaje Nacional al historiador y Premio Crónica, su nieto Fabio recuerda que en una plática le dijo que “México es la tierra que me verá morir y es la tierra que amaré toda mi vida”

En el segundo día del Homenaje Nacional al historiador y Premio Crónica, su nieto Fabio recuerda que en una plática le dijo que “México es la tierra que me verá morir y es la tierra que amaré toda mi vida”

“Mi estrella es México porque es la tierra que me vio nacer”: Miguel León-Portilla

“Mi estrella es México porque es la tierra que me vio nacer”: Miguel León-Portilla

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"Mi estrella es México porque es la tierra que me vio nacer y que me verá morir y es la tierra que amaré toda mi vida”, es una frase que dijo el historiador Miguel León-Portilla a su nieto Fabio cuándo éste le preguntó por su estrella favorita. Así lo recordó el joven escritor durante el segundo día del Homenaje Nacional a Miguel León-Portilla celebrado ayer en el Museo Nacional de Antropología.

“Le pregunté a mi abuelo qué es lo que más le gusta de México. Me respondió: las leyendas. ¿Cómo cuál? La de Quetzacóatl y me la contó. Yo le dije: eres como Quetzacóatl, eres mi estrella, abuelo y le pregunté: ¿quién es tu estrella?”.

La respuesta del investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el nahuatlato más importante del país le respondió que México: “Mi estrella es México porque es la tierra que me vio nacer y que me verá morir y es la tierra que amaré toda mi vida”.

Durante el homenaje también estuvo presente Miguel, otro nieto del homenajeado, quien se refirió al historiador como el mejor ser humano del país.

“Siempre ha sido un gran honor tener un abuelo como él, pero cuando era niño no sabía que era tan importante para mí y mi familia, sino también para el país. Desde niño era una emoción llegar a Coyoacán a ver a mi abuelo y siempre estaba trabajando en la biblioteca, era cariñoso siempre que lo buscaba”, narró.

“En las mañanas, agregó, íbamos a los viveros en Coyoacán y conversábamos sobre la historia de Coyoacán y al llegar jugábamos una partida de ajedrez.

“Es uno de los hombres más brillantes que ha tenido México, pero lo que siempre lo ha distinguido es su sencillez, inteligencia y gracia. Las comidas en familia eran exquisitas, nos reíamos mucho. Extraño los domingos en Coyoacán, hoy las comidas son en el Sanatorio Español y espero que pronto regresen a Coyoacán”, comentó.

El joven arquitecto añadió que Miguel León-Portilla es un “gran mexicano, un gran historiador, un gran esposo, un gran padre, el mejor abuelo, o sea, un chingón”.

En el homenaje estuvo presente Baltazar Brito, director de la Biblioteca del Museo Nacional de Antropología, quien habló del rescate de las obras franciscanas a cargo de León-Portilla.

“¿Qué sabíamos nosotros de las correspondencia de nuestros habitantes indígenas? Gracias a la labor de Miguel, él nos ha abierto puertas increíbles”, señaló.

El historiador comentó que ha encontrado alrededor de treinta trabajos relacionados con temas franciscanos hechos por León-Portilla, cinco amplios prólogos de obras, sin incluir los conferencias y artículos periodísticos.

“El enfoque principal de estos trabajos es el análisis histórico-crítico de las contribuciones de los franciscanos al estudio de la antigüedad mexicana, pero también hay que señalar que el manejo que Don Miguel León-Portilla ha tenido de documentos indígenas, muchas veces, son inaccesibles para otros investigadores”, dijo.

En su participación, la investigadora Ana Rita Valero se refirió al rescate de códices que ha hecho el autor de La visión de los vencidos.

“Hablar de don Miguel es hablar de una de las mentes más claras del siglo XX mexicano. Es hablar de un humanista o mejor aun, de un tlamatini, un sabio que ha entregado su vida al estudio del México antiguo. Su obra nos ha abierto la puerta para entender el pensamiento autóctono y la filosofía náhuatl en la que don Miguel nos explica lo que pensaron los antiguos mexicanos sobre el Universo a través de sus propias palabras”, destacó.

Eso, agregó, evidencia el dominio que tiene León-Portilla sobre el universo de los códices mesoamericanos.

“De los códices de antes y después de la Conquista lo que nos demuestra que después de la invasión española los indígenas siguieron escribiendo porque no pudieron abandonar sus plumas. La escritura no se perdió, no se desmanteló, lo que sí pasó con la arquitectura, por eso él ha dicho que es una tierra de libros antes y después de la conquista”.

Rita Valero señaló que el acercamiento a las letras mesoamericanas que ha tenido Miguel alerta a los mexicanos sobre la sabiduría prehispánica.

“Empieza por alentarnos a valorar que fueron los únicos en este continente en diseñar su propia manera de escritura y ellos junto con los egipcios y de Mesopotamia fueron los únicos en la historia de la humanidad que inventaron una escritura propia”.

Al respecto, Brito agregó que a finales se año se publicarán los códices matritenses. “Estamos por publicar los códices matritenses del Real Palacio a color y estamos a la espera de la autorización del gobierno de España y pensamos que a final de año esté listo”, dijo.