Tras varias polémicas en el beisbol de las Grandes Ligas, la Major League Baseball (MLB) anunció la actualización de su política sobre el uso de sustancias prohibidas sobre el montículo para el agarre de la pelota por parte de los lanzadores.

La regla de la MLB establece que está prohibido que los serpentineros utilicen “sustancias externas” en las bolas, lo que reconoce que hasta ahora no se ha hecho cumplir al pie de la letra.

Debido a esto, la MLB informó sobre los nuevos lineamientos para los umpires, tanto de Grandes Ligas como en ligas menores, con un estándar para controlar dicho incumplimiento, lo que incluye revisiones regulares de todos los lanzadores, sin importar si el manager contrario lo haya pedido o no.

Cualquier serpentinero que tenga o aplique una sustancia pegajosa en la pelota desde el 21 de junio será expulsado del partido y será suspendido por 10 juegos.

Los pitchers reincidentes serán sancionados progresivamente y, además, los equipos y su personal estarán sujetos a castigos por no procurar que se cumplan las reglas.

Lo anterior se determinó luego de múltiples quejas de los bateadores, lanzadores, árbitros, managers y ejecutivos, que acusaron el uso de muchas sustancias de parte de lanzadores tanto en ligas menores como a nivel de las Grandes Ligas.

Muchas de las pelotas examinadas llevan marcas oscuras y pegajosas, lo que se ha investigado, con la ayuda de otras empresas, para determinar si el uso de las sustancias prohibidas ha afectado en el rendimiento y resultados de los partidos.

El resultado fue que dichas sustancias aumentan de manera significativa la tasa de rotaciones y el movimiento de la bola, lo cual les da a los serpentineros que las usan una ventaja ilegal sobre los bateadores.

También se descubrió que el uso de las sustancias parece contribuir a un estilo de pitcheo en que los lanzadores sacrifican localización por mayor rotación y velocidad, particularmente con respecto a las rectas altas.