Monreal mueve las fichas en Tlalpan

A dos años y medio de las próximas elecciones para renovar alcaldías, las piezas comienzan a moverse en la delegación Tlalpan. Nos dicen que el senador Ricardo Monreal ya comenzó a operar el territorio, con graves problemas de autoridad, y se está apoderando de cada uno de los cuadrantes vecinales. Su aliada: Maricela Contreras, la exdelegada perredista de Tlalpan, de 2012 a 2015, que conoce muy bien la zona y que tiene sed de venganza contra todos los que la injuriaron. En la alcaldía gobernada por la morenista Patricia Aceves se asegura que hay mucha molestia por el incumplimiento de acuerdos políticos y económicos, por lo que Contreras, especialista en negociaciones, les está ofreciendo cumplirlos apenas y recupere el territorio. Sean peras o manzanas, don Monreal le está comiendo el mandado a Sheinbaum, y en su mismo territorio.

Empresas de monopatines se quedan cortas

En serios problemas se encuentran las empresas encargadas de operar los monopatines y bicicletas sin anclaje en la Ciudad de México, debido a que con las nuevas normas anunciadas por la administración local se están quedando cortas con la cantidad de unidades que pueden ofrecer a los capitalinos, si se toma en cuenta que tienen el triple de personas registradas en las plataformas para utilizar los equipos, que los 500 aparatos que les autorizó la Semovi. Ahora no saben qué hacer, puesto que el negocio va creciendo y no pueden ampliar la cobertura ni las unidades que sacaron a la vía pública; es decir, hay mucho pastel y sólo pueden dar pocas rebanadas.

Salida de Chacón, mensaje para los que no se alinean

Nos dicen que el secretario de Seguridad Ciudadana no tuvo de otra que quitar a los mandos que, a su percepción, estaban manchando la imagen de la corporación y echando abajo el trabajo realizado en estos seis meses. En la base escudo se dice que la salida del jefe Darío Chacón, exsubsecretario de Operación Policial, no es por un mal desempeño o malos resultados en sus tareas asignadas, sino porque se le ocurrió alterar una escena del crimen en la que perdió la vida un agente que intentó frustrar un asalto en Iztapalapa. Chacón ordenó levantar el cadáver del uniformado y llevárselo en una patrulla, bajo el argumento de que lo trasladarían a un hospital para su atención a pesar de que, según los paramédicos, ya no tenía signos vitales. En los pasillos del edificio Liverpool 136 se comenta que cualquier policía, raso, mando o del primer círculo de Orta, pagará las consecuencias de enlodar la labor del Jefe de la Policía y dejarlo mal parado frente a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.