La liberación el viernes del piloto indio capturado por Pakistán el miércoles relajó ayer algo la tensión entre ambos países. Sin embargo, varias nuevas muertes en la frontera mantienen la alerta sobre el conflicto en Cachemira.

India denunció que tres civiles que vivían en su lado de la Línea de Control, la frontera de facto, miembros de la misma familia, murieron cuando un mortero pakistaní impactó en su casa. Un hombre logró sobrevivir y está hospitalizado.

Los hechos se produjeron durante el fuego cruzado en la frontera entre los dos ejércitos, que duró hasta la madrugada, hora local.

Por su parte, el Ejército paquistaní acusó ayer también a las Fuerzas Armadas de la India de la muerte de cuatro personas —dos de ellas soldados— en la frontera.

“India deliberadamente atacó poblaciones civiles. Dos ciudadanos murieron y dos resultaron heridos”, afirmó el Ejército paquistaní en un comunicado. Los dos soldados habrían muerto en otro “intercambio de disparos”, según Pakistán.