Cultura

Narran la relación de violencia que sufrió la poeta Sylvia Plath

Teatro: Jorge Volpi presenta Las agujas dementes, un libro que cuestiona el machismo literario, en este caso de Ted Hughes, pareja de la poeta estadunidense, quien incluso después de la muerte de ella, siguió manipulando sus textos y obras

Narran la relación de violencia que sufrió la poeta Sylvia Plath

Narran la relación de violencia que sufrió la poeta Sylvia Plath

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La relación de violencia que vivió la poeta estadunidense Sylvia Plath (1932-1963) con el autor Ted Hughes (1930-1998) es narrada por Jorge Volpi en el libro Las agujas dementes, una obra de teatro donde el también funcionario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuestiona el machismo en el mundo literario, el papel del arte y las repeticiones.

“Siempre había leído y admirado la obra de Sylvia Plath y conocía un poco de su vida, pero no por completo las circunstancias que rodearon su relación con Ted Hughes y su muerte. Tampoco conocía la parte de Assia, por quien Ted deja a Sylvia, y que termina repitiendo la tragedia y llevándola a un momento mayor”, comenta el autor.

Las circunstancias a las que se refiere Volpi son: el suicidio de la poeta Sylvia Plath, las infidelidades del escritor inglés y la depresión que padecía la autora.

“Me parecía que había un tema que explorar ahí en estos cuatro personajes: Sylvia Plath, Ted Hughes, Assia Wevill y David Wevill, en un contexto de machismo y violencia en el que está inmersa esta relación”, agrega.

— ¿Cuánta ficción hay este libro editado por Almadía?

— Es una obra basada en las vidas y obras de esos cuatro personajes, me documenté lo más posible, leí sus biografías y leí la mayor parte de sus textos, pero a partir de ahí ya es un ejercicio de imaginación. De hecho, en el texto los personajes no se llaman Sylvia Plath ni Ted Hughes, sólo Sylvia y Ted porque hay muchas licencias poéticas.

“El núcleo de la historia está basado en el encuentro de los cuatro personajes, de ahí parte la obra: de una cena que tuvieron por primera vez los cuatro en casa de Ted y Sylvia. Ahí empieza el coqueteo y la relación entre Ted y Assia que va desatando el resto de la historia”, responde.

— ¿Buscabas hacer una denuncia sobre la violencia?

— La historia pasa en la época anterior a la gran revolución feminista de los años 70. Vemos distintos tipos de violencia machista, por un lado sabemos que llegó a haber violencia física por parte de Ted a Sylvia, una especie de competencia permanente entre ambos, que había roles que debían cumplir las mujeres en esa época y que hacía más difícil que ellas se dedicaran al trabajo creativo.

“A la muerte de Sylvia es Ted quien se convierte en albacea de su obra y ahí está otra forma de violencia compleja. Por un lado, Ted quiere que la obra de Sylvia sea conocida, él se encarga de editar los poemas con la misión de que el mundo conozca a una poeta tan brillante y, por otro lado, él no deja de arreglar, en muchas ocasiones, de censurar textos de la propia Sylvia”.

Entonces, agrega Volpi, la violencia también se prolonga después de la muerte de Plath.

“La hija de ellos tuvo que hacer una versión restaurada de Ariel para imaginar cómo pudo haber sido el libro que imaginó la propia Sylvia. Sabemos que desaparecieron parte de sus diarios porque Ted no quería que se supiera cómo fue el final de su relación, aunque al mismo tiempo quería que se preservara la memoria de Sylvia, pero quizá en sus términos”, indica.

— Esa violencia de ocultar el machismo, ¿sigue presente en el mundo literario?

— Por supuesto, en la UNAM tenemos el proyecto Vindictas que empezó en la Dirección de Literatura con una colección de escritoras y luego se ha prolongado a distintas disciplinas donde hemos estado revisando cómo ha sido el canon del arte y la literatura del siglo XX y se repite lo mismo que vemos en el caso de Sylvia.

“Ahora ella es una figura imprescindible de la literatura universal más allá de la manipulación hecha por Ted a sus textos. En cambio, tenemos muchísimos ejemplos de otras artistas que apenas son conocidas y que estamos descubriendo porque simplemente fueron borradas por este machismo presente en casi toda la historia del arte y la literatura del siglo XX y posiblemente hasta nuestros días”.

— Algunos de tus lectores podrían menospreciar la obra de Hughes…

— La obra en ningún momento soslaya un tema central: la violencia que Ted ejerce hacia Sylvia y hacia Assia, y por supuesto no hay que olvidarla, por eso la escritura de este texto. Aunque eso no impide saber que Ted es también uno de los grandes poetas del siglo XX.

— ¿La vida personal de los escritores no se debe mezclar con su genio creativo?

— Creo que sí hay que mezclarlo, no olvidarlo, hay que leerlo desde ahí también. Esa es la manera también como hay que leer, no se trata de separar vida y obra. Más bien, saber cómo fue su relación con Sylvia y Assia, y a partir de ahí leerlo.