Opinión

No le saque, sí le saco

No le saque, sí le saco

No le saque, sí le saco

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

De acuerdo a su mala costumbre, el presidente López Obrador y Ricardo Anaya se enfrascaron en otro de sus pleitos de callejón.

Lo han hecho antes y puede usted apostar a que lo seguirán haciendo. No se olvida el chistorete del debate cuando Andrés Manuel ocultó su cartera porque Ricardo se acercó a él.

La diferencia ahora es que el piso no está parejo. Hay un absoluto desequilibrio. Uno despacha desde Palacio Nacional y el otro se toma fotos comiendo antojitos por los caminos de México con la idea de construir así otra candidatura.

Dicen que Anaya, ante los amagos de la autoridad de encarcelarlo, puso tierra de por medio, mientras que el presidente recordó que “el que nada debe, nada teme”.

El sketch está en etapas iniciales. A los dos del conviene seguirlo. AMLO puede repetir su frase de que “lo mío no es la venganza”, aunque lo sea y Ricardo puede afirmar que le tienen miedo, cuando la verdad es que muy pocos lo recuerdan.

El Hooligan

Mario Delgado, a quien sus allegados conocen como el Hooligan, quiere destruir todo a su paso, justo como el personaje célebre de Andrés Bustamante. ¿Lo recuerdan?

La diferencia es que aquel destruía escenografías de cartón piedra y el dirigente nacional de Morena quiere destruir instituciones.

Tiene una lista larga en la que están el INE, el TEPJF y a la OEA, a la que podrían sumarse otros organismos nacionales e internacionales que no le gusten a él o a su jefe.

Que pueda hacerlo es otra historia, pero el mensaje que envía a la sociedad es la actualización del apotegma tabasqueño de “Al diablo las instituciones”.

Alivia saber que en Morena casi nadie le sigue la corriente. Delgado tiene gente en San Lázaro, pero en el partido es un dirigente de cartón piedra.

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Ver para creer. Los diputados electos de PRI, PAN y PRD posaron juntos para la foto de inicio de la nueva legislatura. ¿Seguirán unidos al final del camino?

Esa será una de las historias de la nueva legislatura. Como todos saben, no los une el amor sino el espanto a lo que pudiera hacer la 4T con el país sin obstáculos en su camino. El temor es un cemento que amarra fuerte, así que tal vez sigan juntos un largo trecho.

La otra historia que comenzará a contarse es la del PVEM y el PT como partidos clave en la alianza gobernante. Ambos pueden afirmar que ahora sí compartirán el poder. Sin ellos, la bancada de Morena sería presa fácil de la oposición.

La tercera historia es la del MC, otro de los partidos ganadores de la pasada elección, que ahora puede con sus votos inclinar la balanza. Será protagonista.

No puede esperar más

Esta semana se conocerán los lineamientos del INE para una eventual consulta de Revocación de Mandato.

Es claro que la confección de la Ley Reglamentaria le corresponde al Congreso, eso nadie lo discute, pero el instituto tampoco puede seguir esperando a que los legisladores hagan su chamba.

Debieron haberla votado hace 430 días, pero todavía no pueden ponerse de acuerdo y cómo van las cosas no lo harán en el corto plazo.

De modo que no pueden sentirse desplazados por el INE, si la consulta va tiene que ser reglamentada, de otra forma estaría en riesgo.