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“No nos peleemos” recomienda AMLO al EZLN; trabajemos por la unidad, dice

En su gira por Chiapas exhortó al respeto de las libertades, de creencia y de pensamiento. De la diversidad, que seamos no tolerantes, sino respetuosos, y que nos hermanemos

En su gira por Chiapas exhortó al respeto de las libertades, de creencia y de pensamiento. De la diversidad, que seamos no tolerantes, sino respetuosos, y que nos hermanemos

“No nos peleemos” recomienda AMLO al EZLN; trabajemos por la unidad, dice

“No nos peleemos” recomienda AMLO al EZLN; trabajemos por la unidad, dice

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El presidente Andrés Manuel López Obrador reapareció en tierras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en campo fecundo de lucha, allá en la comunidad de Guadalupe Tepeyac, en el municipio de Las Margaritas, Chiapas, adonde arribó por última vez en 1997 junto con Cuauhtémoc Cárdenas. Y en esta tercera ocasión, a siete meses de que el Subcomandante Galeano —antes Marcos— difundiera un comunicado en el que llamaba mentiroso y mañoso al nuevo jefe del Ejecutivo federal, éste ayer dijo que en las diferencias se puede hallar el respeto. “No nos peleemos”, recomendó. Y llamó a la unión.

“A pesar de los pesares la transformación puede darse por la vía pacífica, por la vía electoral o por la vía de las armas. Nosotros optamos por la electoral, y así llegamos, porque sabíamos que la gente iba a tomar conciencia”, expresó el Presidente ante decenas de habitantes de esta comunidad a las que presentó su plan de acercamiento a la atención médica.

López Obrador reconoció

—por primera vez se le oye decir— que en la búsqueda de la Cuarta Transformación de la vida pública del país ha sido terco, perseverante.

López Obrador pisó el corazón de la cañada en la que viven los tojolabales chiapanecos, descendientes de quienes se alzaron en armas el 1 de enero de 1994.

“Fue mucho tiempo de lucha, por eso respetamos mucho al movimiento. Mi recomendación fraterna, respetuosa, es que no nos peleemos. Basta ya de divisiones, necesitamos unirnos todos”, dijo López Obrador, y entonces pidió recordar el himno chiapaneco.

“Que se acabe la odiosa venganza, que termine por siempre el rencor, que una sea nuestra única esperanza y uno también nuestro amor”, y una tanda débil de aplausos tuvieron como eco sus palabras.

Y exhortó al respeto de las libertades, de creencia y de pensamiento. De la diversidad, que seamos no tolerantes, sino respetuosos y que nos hermanemos.

Destacó que con el movimiento zapatista se logró que se volteara a ver a los más pobres y desamparados.

“Con este movimiento se volteó a ver una realidad que yo ya conocía de los pueblos indígenas. En una situación de marginación, de abandono, de opresión e injusticias”.

Ayer visitó el Hospital Guadalupe Tepeyac, cuya construcción inauguró una gran derrama de recursos para proyectos de corte social. Una zona que quedó abandonada durante una gran parte del siglo XX.

Recordó que él estuvo seis años inmerso en el trabajo con comunidades indígenas, en la región maya chontal de Tabasco, y al surgir el zapatismo se logran posteriormente avances en la construcción de caminos para las poblaciones más apartadas.

En su segundo día de gira de trabajo por el estado de Chiapas, López Obrador reiteró que por el bien de todos, “primero los pobres” al anunciar las mejoras que requieren las Unidades Médicas Rurales de Las Margaritas, donde se tiene una población censada de casi tres mil personas con atención médica.

Y retorna a esta comunidad 25 años después, con programas sociales que —a diferencia de aquellos que se impulsaron para relajar la zona de tensión zapatista— se entregan recursos económicos de manera directa a familias o por su condición. Aquel que quiere estudiar y trabajar (Jóvenes Construyendo el Futuro), aquel que vive del campo (siembra de árboles maderables y frutales, con Sembrando Vida) y el apoyo universal para adultos mayores, de más de tres mil pesos, entre otros.

Volvió a reprochar que el sistema y la política neoliberal no diera acceso a la educación, a los interesados en estudiar medicina, por lo que hacen falta médicos en el país y, sobre todo, en las zonas rurales más marginadas del país.

El mandatario estuvo acompañado del gobernador Rutilio Escandón, además de Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de Jorge Alcocer, secretario de Salud, entre otros funcionarios y médicos, así como de enfermeras.

Robledo fue el encargado de explicar el proyecto IMSS- Bie­nestar que pretende dar cobertura a la población que no cuenta con acceso a la atención médica pública.

Escandón Cárdenas aplaudió que el Presidente nunca se haya rendido por buscar la primera magistratura, ni ahora, en su empeño por sacar adelante a los más pobres de Chiapas y del país.

Al mediodía, el jefe del Ejecutivo se dirigió al municipio de Altamirano, también en Chiapas, y luego a Ocosingo, donde se encuentra una gran parte del corazón del EZLN.