El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió ayer desde San Diego, California, en la necesidad de un tramo de más de 800 kilómetros de muro fronterizo para atajar lo que considera “una tremenda emergencia nacional”.

Durante una visita a un tramo de la valla fronteriza erigida en Otay Mesa, el presidente señaló que sólo podrán contener el tráfico de drogas y personas con la construcción del muro y “cuando los traficantes de personas no puedan atravesarlo”.

Además, el mandatario estadunidense aprovechó la visita a San Diego para colgar su primer mensaje en Twitter en español. Se trató de una imagen en la que se lee: “No más falso asilo. No más ‘detener y soltar’. No más entrada ilegal en Estados Unidos”.

En la misma línea, minutos antes durante la visita, Trump lamentó que hay “criminales” que, en su opinión, toman ventaja de la política migratoria de asilo humanitario estadunidense.

ELOGIOS. Por otra parte, Trump afirmó que si subiera “sólo un 5 por ciento los aranceles a México” durante seis meses, “eso pagaría el muro”. Sin embargo, el mandatario descartó que tenga intención de tomar una medida en ese sentido, porque, en su opinión, México “ha sido fantástico” en su colaboración en materia migratoria.

Acto seguido, el presidente se vanaglorió de que México está “pagando por 27 mil soldados”, en referencia a la custodia de la Guardia Nacional mexicana tanto en la frontera del país con EU como en la sur, con Guatemala.

NUEVA VALLA. Con la visita de ayer, Trump regresó al lugar donde en 2018 viajó para observar los ocho prototipos que encargó del nuevo muro fronterizo que prometió durante su campaña electoral. Unos prototipos que costaron más de 3 millones de dólares pero que, finalmente, fueron demolidos en febrero de este año sin que ninguno fuera seleccionado.

De todos modos, esta valla fronteriza en San Diego comenzó a ser reemplazada en junio de 2018 por un nuevo muro metálico de entre 5 y 9 metros de altura, casi el doble que el tramo anterior, por un costo de 147 millones de dólares.

Entre la comitiva que acompañó al mandatario estuvo el secretario de Seguridad Nacional en funciones, Kevin McAleenan, quien señaló a los periodistas que el área donde se levantaron los prototipos tiene ahora 38 kilómetros de pared primaria o secundaria.

Trump dijo que las características del nuevo muro en esta área hacen más difícil el ingreso de personas porque no es fácil de escalar ni de cortar.

VISITA FANTASMA. El mandatario republicano inició el martes una minigira por California; el martes visitó San Francisco sin dejarse ver en público y luego participó en una cena en Los Ángeles para recaudar fondos para su campaña de reelección. Tras su visita a San Diego, donde apenas una quincena de personas le recibió en las calles, retornó a ­Washington en el Air Force One.