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“No somos un grupo privilegiado ni burocracia dorada, Presidente”: Ana María Serna

“Es una sorpresa que en vez de habernos convocado para resolver problemas del país, el Gobierno nos haya denostado”, señala en entrevista Ana María Serna, del Instituto Mora y miembro de ProCiencia

“Es una sorpresa que en vez de habernos convocado para resolver problemas del país, el Gobierno nos haya denostado”, señala en entrevista Ana María Serna, del Instituto Mora y miembro de ProCiencia

“No somos un grupo privilegiado ni burocracia dorada, Presidente”: Ana María Serna

“No somos un grupo privilegiado ni burocracia dorada, Presidente”: Ana María Serna

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La semana pasada, miembros del movimiento ProCiencia entregaron una carta en la Oficialía de Partes de la Presidencia, el Congreso y Conacyt, para expresar su inconformidad por los recortes presupuestales y la agresión discursiva contra su trabajo. El escenario sobre el cual se lleva a cabo la política pública del sector llegó a las páginas (web) de la revista Science, una de las más prestigiosas en el mundo, que recoge los testimonios de científicos y resume las acciones emprendidas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

El artículo se titula “El nuevo presidente de México sorprende a los científicos con recortes presupuestarios y comentarios despectivos”, y sin duda la Cuarta Transformación para el sector ha sido eso: una no grata sorpresa.

Ana María Serna Rodríguez es profesora-investigadora del Instituto Mora, uno de los 27 Centros Públicos de Investigación (CPI), o Centros Conacyt, que han sido afectados por los recortes presupuestales y más aún por las medidas de austeridad. Es una de las firmantes de la carta, miembro de ProCiencia y, en alguna medida, vocera de su instituto.

“Ha sido una profunda y dolorosa sorpresa ver que, en vez de que este Gobierno —que propuso un cambio fundamental— nos convoque a participar, sumar y resolver problemas del país, nos haya quitado recursos, nos haya denostado, insultado y además minimizado la importancia de nuestro trabajo. Es un impacto muy grande”, señala en entrevista.

En su instituto, señala, no han podido publicar los libros que recogen investigaciones que han tardado años en llevar a cabo e incluso no cuentan con recursos para enviar la revista que publican a las bibliotecas. “A la mayoría de los institutos el recorte les golpea en las áreas sustantivas; en nuestro caso en el área de posgrados, puesto que no podemos contratar a profesores externos y tenemos siete programas académicos. Es por ello que me uní al movimiento, porque tengo una profunda preocupación por el futuro de México, no sólo por mi trabajo. El Presidente nos ha tachado como una ‘burocracia dorada’, lo cual es profundamente doloroso, porque creímos que este Gobierno llevaría a cabo un cambio profundo, en cambio estamos viendo un retraso”.

Otra cosa grave, dijo, fue señalado por el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, en la revista Proceso. “En entrevista señaló que el recorte a la ciencia no representaba un gran ahorro, sino que en cambio genera un impacto brutal al trabajo de los científicos, la docencia, los alumnos y a actividades sustantivas. Lo barato sale caro, ahorrarán una cantidad ridícula en tanto ponen en riesgo todo el trabajo que hacemos”.

PROMESAS VACÍAS. El sector ha enfrentado problemas que nadie niega; sin embargo, tan sólo en los tres últimos gobiernos neoliberales, enfatiza, no había habido un recorte tan sensible, lo cual aleja más al país de invertir el 1 por ciento del PIB al sector, como señala la Ley de Ciencia y Tecnología, pero también como lo prometió en campaña López Obrador.

“Se necesita hacer un esfuerzo para que se distribuya el presupuesto como se había prometido. En uno de los debates presidenciales, López Obrador dijo que se alcanzaría el 1 por ciento del PIB, está grabado. Dicen que hubo mucha corrupción, pues también nosotros estamos esperando a que se haga lo correspondiente con los responsables”.

El problema con los recortes es que no se hizo un diagnóstico previo y se cortaron los recursos a rajatabla, apunta. “El Conacyt dice que institutos como Infotec tienen adeudos, pero en el Instituto Mora no, por el contrario, hemos generado recursos externos. No se puede pensar en el progreso si no analizamos las cosas y política pública antes de tomar decisiones”.

Sobre los señalamientos realizados por el Ejecutivo, enfatiza que no son un grupo privilegiado y que la mayoría de los científicos se dedica a la investigación por una profunda vocación y su interés por resolver problemas de la sociedad mexicana. “Nos manifestamos porque nos preocupan nuestros alumnos, que no se pueden desanimar. Ellos tienen la misma vocación y no podemos iniciar curso en agosto y decirles que no hacemos nada por proteger su futuro. Se ha querido decir que estamos peleando porque nos quitan privilegios, pero los invitamos a que conozcan nuestro trabajo. Es por ello que en ProCiencia nos hemos volcado, porque no es un tema de salarios, sino de principios, de cómo se construye una sociedad”.

En el Instituto Mora, añade, hay personal que lo ha sostenido durante muchos años con recursos limitados, personas que ahora están preocupadas por mantener sus plazas en los próximos meses. Serna Rodríguez puntualiza que la comunidad no puede seguir de brazos cruzados, esperando a que un Gobierno más les dé o no presupuesto, puesto que la ciencia y la investigación no es sexenal; no obstante, se mantienen sujetos a un sobresalto permanente cada seis años. “Eso es una desgracia”.

Para la especialista en libertad de expresión, ciudadanía y democratización, lo más aberrante de la situación actual es la denotación a su trabajo, de la generalización sobre que su investigación es irrelevante para la sociedad mexicana. “Estamos desconcertados con este Gobierno por muchas cosas, esperábamos un cambio social verdadero y esto no lo es”.