Metrópoli

“No vivo de repartir porque me guste, no tengo opciones; ¿por qué más requisitos?”

Repartidores en motocicleta de apps telefónicas rechazan los planes de aplicarles exámenes y licencia especial para realizar este trabajo.

Repartidores en motocicleta de apps telefónicas rechazan los planes de aplicarles exámenes y licencia especial para realizar este trabajo.

“No vivo de repartir porque me guste, no tengo opciones; ¿por qué más requisitos?”

“No vivo de repartir porque me guste, no tengo opciones; ¿por qué más requisitos?”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Repartidores que trabajan para empresas como Uber Eats, Didi Food y Sin Delantal, se oponen a que el Gobierno de la Ciudad de México aplique exámenes y les otorgue una licencia especial para poder trabajar, de acuerdo con los consultados con esta casa editorial, los accidentes ocurren más por imprudencia de automovilistas que por ellos.

Rodrigo Hernández, repartidor de Uber Eats, dijo que los nuevos reglamentos que se quieren aplicar no los beneficiarán y los harán perder dinero y tiempo en realizar los trámites y pruebas.

“Nuestro trabajo consiste en llevar alimentos o productos a través de una aplicación; entregamos cuentas  a todos, vivo de repartir en la motocicleta no porque me guste, sino porque no tengo otras opciones”, señaló el hombre.

De acuerdo con la Secretaría de Movilidad, en el 37 por ciento de los accidentes viales ocurridos en la capital del país están involucrados motociclistas, por lo que se aplicarán medidas especiales para repartidores, esto como primeras medidas de prevención para automovilistas.

Fernando Torres, otro repartidor de Sin Delantal, dijo que la mayoría de accidentes que tienen los repartidos es por culpa de automovilistas que no respetan el Reglamento de Tránsito, puso de ejemplo cambiar de carril sin encender las direccionales, no traer faros o rebasarlos sin ninguna razón.

“Hace un mes tuve un percance con un vehículo, iba sobre Circuito Interior, en mi carril y un tipo con un Versa negro se me atravesó, éste comenzó a gritar que era mi culpa, y yo seguí mi camino y éste me venía persiguiendo y gritando de cosas, hasta que frené en el rojo y me pegó con su carro. Si quiere el tipo éste me atropella; opino que el examen también se debe aplicar a toda clase de conductor”, dijo el joven.

Se estima que cerca de 900 repartidores que laboran para alguna de estas aplicaciones han sufrido violencia o algún tipo de accidente en la Ciudad de México. Según un comunicado del colectivo Ni un Repartidor Menos, existe un elevado número de accidentes. “Por ejemplo, la fecha que más accidentes ha acumulado por la temporada de lluvias es de septiembre a octubre, con casi 450 percances”, explicó la asociación.

MÁS PROBLEMAS. De acuedo con repartidores y dicho colectivo, los accidentes viales son sólo la punta del iceberg, pues otra problemática que enfrentan es la cantidad de asaltos y fraudes al momento de cumplir con su trabajo.

Alberto Yépez, repartidor de Rappi, explicó que en lo que va del año ha sido víctima de tres atracos en distintos puntos de la Ciudad de México, uno ocurrió en Vallejo en la alcaldía Azcapotzalco; otro en Ermita en Iztapalapa y uno más en Martín Carrera en la Gustavo A. Madero.  “Nos enfrentamos a muchísimas cosas, y es que al día no salen muchos pedidos y los que llegan a salir son zonas muy peligrosas, en una ocasión no sólo mi teléfono y la cartera me quitaron, la mochila con la que hacía pedidos se la llevaron”, comentó.

El colectivo Ni un Repartidor Menos creó un protocolo en caso de emergencia, en los que se encuentra la Bitácora de Guerra, donde se pueden registrar robos, fraudes, zonas conflictivas, accidentes, así como reportar a compañeros muertos o heridos. En su bitácora aparecen fecha, ubicación y lo que le ocurrió al repartidor. Según ellos, las colonias más conflictivas son Polanco, Nápoles, Condesa, Juárez y alrededor del Zócalo. También cuenta con el protocolo de Rayado de Mochila, que sirve para brindar información en caso de un accidente.

Los repartidores dijeron que también buscan mejorar sus condiciones laborales, ya que actualmente no cuentan con un seguro médico ni de vida en caso de accidentes.