Corea del Norte realizó este martes un nuevo ensayo con misiles balísticos de corto alcance, el cuarto en dos semanas, en respuesta a las maniobras militares conjuntas que Seúl y Washington iniciaron el pasado lunes, a los que amenazó con “pagar un alto precio”. Los lanzamientos se hicieron a primera hora del martes, hora local, desde la provincia norcoreana de Hwanghae del Sur, el mismo lugar desde donde se efectuaron las otras tres operaciones de estos días pasados.

En un comunicado, Pyongyang acusó ayer a EU de “desplegar una larga cantidad de equipamiento militar ofensivo” en Corea del Sur, lo que supone “un incumplimiento de su compromiso para suspender ejercicios militares conjuntos”.

Alude así a un supuesto pacto, acordado en el encuentro entre los líderes de ambos países en la frontera intercoreana, del pasado dos de julio.