Opinión

Nuestro cuerpo

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Nuestro cuerpo

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Démonos cuenta de lo maravilloso y bendito que es nuestro cuerpo, y como contribuye a nuestra felicidad, sobre todo cuando se tiene salud.

La vista nos muestra a través de los ojos la posibilidad de observar las maravillas de la Creación, y en especial el inmenso regalo de poder ver a nuestros seres queridos.

El oído nos brinda la capacidad de escuchar el trino de las aves, la música y la voz de nuestros seres amados, diciéndonos las palabras más dulces y suaves que nadie más puede decirnos, más que quién nos ama.

El tacto nos permite sentir y transmitir a través de la piel el afecto a los seres más cercanos a nosotros.

El olfato tiene un matrimonio secreto con la memoria, pues además de percibir las sutiles emanaciones de lo que nos rodea, nos permite recordar momentos, personas y, lugares maravillosos por donde hemos transitado en la vida.

El gusto funde el placer con el bien de la nutrición, utilizando la boca para saborear deliciosos platillos, así como para dar un beso, sea este fraterno, de amor filial o entre pareja, que es una de las máximas expresiones de afecto del ser humano.

Con nuestros brazos podemos proteger y abrazar a nuestros amores y también sentirnos protegidos cuando alguien nos los brinda. Y que decir de nuestros pies y piernas que son el mejor transporte que tenemos porque es individual, libre y gratuito. Podemos ir adonde deseemos caminando, ojalá lo hagamos más seguido en busca del amor.

Las manos otorgan consuelo, caricias, dulzura. Recordemos que, con una palmada en el hombro o un saludo de mano, podemos crear empatía en otros seres humanos. Hay manos que unen o separan, unas que dan generosamente, otras quemadas por la avaricia, el odio y el rencor.

En cuanto a todos nuestros órganos internos, son una maravilla, hay que hacer notar que al corazón se le han adjudicado muchas aptitudes emocionales y hasta divinas, por ello consideramos que es el motor de la vida. Pero en realidad, así como él no deja de latir hasta el último día de nuestra existencia, todos los demás órganos de nuestro cuerpo tampoco dejan de trabajar y cumplir su función hasta nuestro final. Los pulmones, el riñón, el hígado, el cerebro, etc., nunca toman vacaciones, por lo tanto, todos son igual de importantes, pues el día que falla uno de ellos, nos vemos obligados a estar frente a un médico que hará lo posible por regularizarlo.

Comprender que la salud acrecienta nuestra felicidad y que la enfermedad sí incide en una baja en nuestra percepción positiva de las cosas, nos hará tener conciencia y valorar más nuestro principal activo que es nuestro cuerpo. Debemos cuidarlo, para que siga siendo nuestro mejor instrumento de comunicación con nuestros semejantes y fuente expresiva de amor.

corzoalma17@yahoo.com