Opinión

Nuestros juicios y nuestros derechos

Nuestros juicios y nuestros derechos

Nuestros juicios y nuestros derechos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

A nivel individual, nadie es poseedor de la verdad absoluta, ningún juicio puede ser el único. Todo tiene una contraparte. Siempre podemos seguir aprendiendo, pero pasando las enseñanzas por el tamiz de nuestro razonamiento.

La propuesta es abrir nuestra mente y nuestro corazón para descubrir que siempre hay otra forma y otro punto de vista para ver los eventos y valorar a las personas. No circunscribirnos a nuestra única perspectiva, ya que, aunque consideremos conocer en profundidad prácticamente cualquier cosa, de todas maneras, siempre nos faltará algo que conocer. Nuestros juicios muchas veces son erróneos y superficiales, no diferenciamos entre lo positivo y lo negativo y lo que es peor, en ocasiones, ni entre el bien y el mal.

Cada quien piensa y siente de diferente manera, lo que para uno es natural para otro es una ofensa. Lo que el uno reciente el otro ni lo nota. Hasta tratándose de la muerte por la que nadie quiere pasar, hay ocasiones en que escuchamos “qué bueno que ya se fue, estaba sufriendo mucho.”

Recordemos que lo que vemos erróneo o defectuoso en las acciones de los demás, debe inclinarnos a hacer una evaluación de nuestra propia conducta, para pulir y enmendar nuestros propios errores, porque corregir a los otros no es nuestro papel en la vida, pero corregirnos a nosotros mismos, sí es nuestra responsabilidad.

Por lo anterior, se sugiere dejar de juzgar a las personas y los eventos tan superficialmente pues esa no es nuestra función, esa corresponde a ALGUIEN quien todo lo sabe y todo lo ve.

A nivel social, quiénes promulgan las leyes deberían ser los primeros en cumplirlas. ¡Cómo nos gustaría que todos nuestros gobernantes fueron buenas personas, buenos seres humanos! que despojados de sus intereses personales se volcaran a cubrir los intereses del pueblo. Sin embargo, como el mundo ve todo al revés, muchos abusivos ascienden mientras la gente buena es relegada y sojuzgada.

El principal derecho humano es el derecho a la vida misma. Nadie debe privar a otro de ese derecho pues forma parte de las leyes de la Creación.

El derecho por el que debemos siempre luchar, es el de la libertad de pensamiento, que nadie ose manipularnos o coartarnos ese derecho, pues la tierra retumbará con nuestra ira. Cuando las libertades de los pueblos son reprimidas aparece la descomposición social. Las creencias o convicciones no pueden ser impuestas a nadie. Para que vivamos pacíficamente en sociedad debemos respetar los derechos de los demás y hacer respetar los nuestros conforme a las leyes humanas vigentes.

Todos necesitamos de todos para progresar y todos debemos aportar en conjunto para el progreso de la humanidad.

corzoalma 17@yahoo.com