Opinión

Nuevos medios públicos

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Nuevos medios públicos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El día de ayer el Presidente dio a conocer a los integrantes de los medios del Estado mexicano que confluirán en torno al Sistema Público de Radio y Televisión, que estará a cargo de Jenaro Villamil tras la renuncia de Armando Carrillo, “renuncia forzada” proclaman los defensores del status quo mediático que tanto daño nos ha hecho. Muy provocadora la alusión con la que abrió fuego Villamil, a quien ciertamente, como lo advirtió el Presidente en su conferencia mañanera, le falta ser ratificado por el Senado de la República. En torno a esta suerte de “destapes”, las opiniones caminan por varios frentes con el énfasis puesto tanto en el procedimiento, como en las trayectorias.

Yo veo con buenos ojos estos nombramientos. Algunos los objetan por la trayectoria antisistémica de un puñado de colegas que, según ellos, podrían conformar un nuevo frente prosistémico como el que ha imperado, con las salvedades de siempre, en los medios electrónicos que confluyen en torno al gobierno federal; otros, hacen distinciones a partir de la intachable trayectoria académica de algunos de los nombrados como Gabriel Sosa Plata o Aleida Calleja. Para mí, no sólo hay pluralidad, también hay pago de cuotas. Por ejemplo, la designación de Álvarez Lima al frente de Once TV, es de lo más desafortunado bajo mi punto de vista. Él fue el sepulturero de la televisión pública que facilitó el acceso de Salinas Pliego a la televisión abierta y a la banca que ahora será parte, sin licitación de por medio, del pago a los beneficiarios de los programas sociales del Gobierno de la República. A ese nefasto personaje, y su nuevo rol al frente de Once TV, hay que seguirle la pista, y, en el mismo paquete, a nuestro Secretario de Educación Pública, quien trabaja para un gobierno y no para un abonero venido a más.

Este equipo busca la integración y armonización de los medios de comunicación públicos, en un difícil marco de austeridad que no debe dar pie a la incorporación acrítica de periodistas de los medios privados que atraviesan crisis o se están reconfigurando, como lo sugirió el día de ayer un participante de las conferencias mañaneras que tantas ronchas les saca a muchos medios que compiten por el rating. Los medios privados tendrán que enfrentar un escenario en el que la llave de los recursos públicos disminuyó.

Sin duda es un hito el hecho de que haya, dentro del disenso, una opinión mayoritaria de que el objetivo central de este sistema sea el derecho de la población a estar bien informada.

Cuando esta reconfiguración entre en funciones, empezaremos a notar, por lo menos ése es mi deseo, un mayor equilibrio informativo que es necesarísimo. Quizá, por ejemplo, en las conferencias mañaneras no escucharemos sietes veces la misma pregunta necia en voz de diferentes protagonistas; quizá, por ejemplo, periodistas de intachable trayectoria como Verónica Ortiz, encuentren condiciones más favorables para realizar su chamba; quizá, por ejemplo, este nuevo panorama permita la formación de nuevos cuadros y la incorporación de periodistas de las redes sociales al sistema de comunicación pública que también debe orbitar con mayor éxito en esa mediósfera.

Los contrapesos se establecen entre los mismos medios de comunicación: entre los que informan y desinforman, entre los que manipulan y los que dan cuenta de los hechos sin excesiva parcialidad, entre los que tienen puesto su interés en el bien de la sociedad y los que responden a intereses creados.

Será, sin duda, una etapa interesante.

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